La responsabilidad social corporativa (RSC) hace referencia al compromiso de las empresas con respecto a la sociedad, el medioambiente, la economía, las relaciones con los empleados y la ética. Unas iniciativas voluntarias que se rigen bajo ciertas reglas y van más allá de las obligaciones legales de las compañías.
La RSC se divide principalmente en tres áreas: responsabilidad interna, en cuanto a las prácticas laborales justas y equitativas dentro de una empresa; la responsabilidad central, que se refiere a las actividades comerciales centradas en la ética y sostenibilidad; y la responsabilidad externa, en torno a los planes con el medioambiente y la sociedad en general.
En los últimos años se ha observado una tendencia creciente en el número de iniciativas englobadas en el RSC y en las empresas que deciden involucrarse en este ámbito. Una de las compañías que cuenta con grandes proyectos es la farmacéutica británica GSK. Para poder conocer el alcance de estos y sus objetivos, desde Salud35 contamos con Guillermo de Juan, director en Europa de relaciones institucionales y comunicación de GSK.
“Las vacunas son una de las intervenciones de salud de mayor impacto que existen, pero muchas familias no pueden acceder a ellas para beneficiarse de la protección que ofrecen”
A pesar de contar con múltiples iniciativas, todas ellas, muy importantes, De Juan destaca la alianza con Save the Children para dar respuesta a la muerte de más de 15.000 niños menores de cinco años, la mayoría de ellos por enfermedades prevenibles. Con más de 10 años de colaboración, “compartiendo experiencia, recursos, alcance e influencia” para abordar algunas de las principales causas de mortalidad infantil con el foco en los países de bajos ingresos.
Con todos los aprendizajes obtenidos durante la última década, la farmacéutica se ha enfocado en reducir los niños y niñas llamados “dosis cero”, es decir, los que no han recibido ninguna vacuna, además de aumentar las tasas de vacunación infantil en Etiopía y Nigeria en concreto. “Las vacunas son una de las intervenciones de salud de mayor impacto que existen, pero muchas familias no pueden acceder a ellas para beneficiarse de la protección que ofrecen”, añade.
Hasta la fecha, han conseguido recaudar 5,6 millones de libras (6,4 millones de euros) a través de las donaciones de los empleados, impactado a 3,5 millones de niños en 51 países, inmunizando a 240.000 niños frente a cinco enfermedades prevenibles y formando a más de 39.000 trabajadores sanitarios en las comunidades más remotas y marginadas.
Además del compromiso de la farmacéutica con la población vulnerable, desde GSK explican que entienden el RSC como “algo transversal”, siendo muchas las áreas y proyectos en los que hacen especial hincapié. Como pueden ser: igualdad y diversidad, infancia, salud y bienestar, compromiso con el talento joven.
Todo ello, siempre con el objetivo en mente de una huella positiva en la sociedad y en las comunidades que más lo necesitan, “sin olvidarnos del bienestar de nuestros empleados, sin los cuales GSK no sería la gran compañía que es hoy en día”, que también forman parte de la RSC. Un ejemplo de ello es el programa de GSK España MyFeelGood, que enmarca numerosas actividades para que los empleados puedan invertir en su salud y bienestar “como su mayor prioridad”.
MEDIOAMBIENTE: CLAVE EN LOS PLANES RSC
Uno de los principales temas en torno a los que gran la mayoría de los proyectos RSC es el cuidado del medioambiente, entre muchas razones, por la necesidad de revertir la situación actual y dejar un mundo mejor. Guillermo de Juan explica que en GSK cuentan con un motor muy claro que les mueve e ilusiona día tras día, “impactar positivamente en la salud de más de 2.500 millones de personas para finales del año 2030”. Esto no sería posible sin cuidar también la salud del planeta, lo que se conoce como el enfoque “One Health", un concepto que ha adquirido un papel muy importante.
“La preocupación por la sostenibilidad forma parte del ADN de GSK desde hace tiempo en todos los sentidos. Queremos rebajar al máximo nuestra huella ambiental y fuimos una de las primeras compañías farmacéuticas en establecer ambiciosos objetivos medioambientales en 2010”, indica De Juan.
Desde ese momento, han conseguido que, en todas sus operaciones, se reduzcan las emisiones de carbono en un 34%, los residuos vertederos en un 78% y el uso total del agua en un 31%. Además, mediante “1Planet4All”, ofrecen talleres de sensibilización sobre cambio climático para incorporar pequeños cambios en el día a día y así vivir de un modo más sostenible, identificando acciones que permitan reducir la huella de carbono personal.
"Ir más allá de adelantarnos a la enfermedad y desarrollar vacunas y tratamientos transformadores para los pacientes”
En el caso de España, colaboran con ECODES en el proyecto “+10 Hospitales por el programa de salud de Glasgow” dentro de la iniciativa Sanidad #PorElClima. En la que se reconoce el compromiso y la ambición de centros hospitalarios que ya están actuando según el acuerdo de Glasgow, y que, a su vez, visibilizan e impulsan propuestas más ambiciosas en materia de descarbonización.
De cara al futuro, Guillermo de Juan, en línea con los proyectos RSC, apunta hacia la idea de ir “más allá de adelantarnos a la enfermedad y desarrollar vacunas y tratamientos transformadores para los pacientes”. Lo que supone innovar también para crear “valor económico, cuidar la salud del planeta y contribuir al desarrollo de la sociedad”, aportando así “un granito de arena” al progreso de las generaciones actuales y las futuras.
“Nuestros planes en materia RSC son vivos, por lo que seguramente surgirán nuevas iniciativas y proyectos que den respuestas reales a necesidades. Queremos transformar el mundo a través de nuestras acciones y que nuestra actividad contribuya a mejorar el planeta y la vida de las personas”, concluye Guillermo de Juan.