La compañía farmacéutica GSK reconocida por su implicación con la ciencia y la innovación como pilares fundamentales en la búsqueda de la mejora de la calidad de vida de las personas, también cuenta con un gran compromiso con la salud del planeta.
El director en Europa de Relaciones Institucionales y Comunicación de GSK, Guillermo de Juan, explica que el objetivo principal de la compañía pasa por impactar positivamente en la salud de más de 2.500 millones de personas para finales del 2030, pero “sin descuidar la salud de nuestro planeta”, una idea enmarcada dentro del concepto 'One Health'.
La farmacéutica no quiere quedarse solo en el descubrimiento de vacunas y tratamientos transformadores para los pacientes, buscan ir “un paso más allá” con la creación de valor económico, el cuidado del planeta y la contribución al desarrollo de la sociedad a corto o largo plazo, “aportando así nuestro granito de arena al progreso de las generaciones presentes y futuras”, indica Guillermo de Juan, que además, señala la importancia de integrar los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en la estrategia de cualquier entidad.
Desde GSK recuerdan que hace ya más de 20 años que están comprometidos con la reducción de su huella en el planeta. Concretamente, siendo la primera compañía farmacéutica en verificarse en el reglamento europeo EMAS
En el caso de GSK, han identificado un total de seis áreas de negocio en las que más impacto puede tener a nivel ESG: acceso; salud global y seguridad sanitaria; medioambiente; diversidad, equidad e inclusión; ética; y gobernanza de productos. En cada una de estas, cuentan con diferentes planes a corto, medio y largo plazo caracterizados principalmente por el objetivo de tener un impacto neto cero en el clima y un impacto neto positivo en la naturaleza para los años 2030 y 2045 respectivamente.
A pesar de que en los últimos años el concepto 'One Health' y la salud del planeta hayan adquirido un papel principal en cualquier sector, desde GSK recuerdan que hace ya más de 20 años que están comprometidos con la reducción de su huella en el planeta. Concretamente, siendo la primera compañía farmacéutica en verificarse en el reglamento europeo EMAS, una de las primeras en establecer ambiciosos objetivos medioambientales en 2010, y en certificarse como empresa saludable en 2012.
Una trayectoria que les permite ser uno de los claros ejemplos de compromiso con la mayoría de los ODS de la Agenda 2030 de la ONU. Como por ejemplo con la reducción de las emisiones de carbono y la contaminación en el aire o la mejora del acceso al agua limpia, iniciativas que favorecen a aquellos que viven con enfermedades respiratorias, además de prevenir patologías infecciosas y reducir la dependencia de los antibióticos. “Por eso, en GSK ponemos la salud en el centro de la acción sobre el clima y la naturaleza. Esto incluye minimizar y mitigar nuestro impacto en la medida de lo posible y tomar medidas restaurativas cuando sea necesario”, subraya de Juan.
Una tarea tan compleja que evidentemente no pueden llevar a cabo solos, por ello, forman parte desde hace años de Forética, organización referente en materia de sostenibilidad y responsabilidad social empresarial, y del Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible, que tiene como objetivo inspirar y acelerar la acción de las compañías generando oportunidades para anticiparse y dar respuesta a los grandes retos ESG.
Los últimos años de GSK han estado marcados por la sostenibilidad, transformado sustancialmente los modelos de producción y reduciendo hasta un 34% las emisiones de carbono
Gracias al esfuerzo y compromiso mostrado por GSK a través de múltiples iniciativas han sido reconocidos en 2021 como la compañía farmacéutica más sostenible del mundo en según el Índice de Sostenibilidad de Dow Jones, ocupar el 2º lugar en la industria farmacéutica en resultados ESG según la Evaluación de Sostenibilidad Corporativa (CSA) de Standard &Poor's del 2022, y obtener en 2023 el sello Terra Carta de la Sustainable Markets Initiative.
Los últimos años de GSK han estado marcados por la sostenibilidad, transformado sustancialmente los modelos de producción, reduciendo hasta un 34% las emisiones de carbono, y realizando importantes inversiones en energías renovables. Además, han mapeado su huella de carbono a lo largo de toda la cadena de valor para entender bien dónde deben enfocar sus esfuerzos; se encuentran en pleno proceso de cambio en la forma de fabricar alguno de sus inhaladores para el tratamiento de enfermedades respiratorias, reduciendo las emisiones asociadas en alrededor de 40.000 toneladas de CO2 por año; y, a nivel local en las oficinas de Tres Cantos de GSK España, el 100% de la energía utilizada proviene ya de fuentes renovables.
FUTURO PROMETEDOR
De cara al futuro, Guillermo de Juan recalca que los planes de la compañía en materia ESG “son vivos”, por lo que es muy seguro que surgirán nuevas iniciativas.
En primer lugar apunta que manejan el dato de que aproximadamente el 8% de la huella de carbono de GSK proviene de sus propias operaciones, y alrededor del 92% de sus proveedores, pacientes y logística. Por ello, a partir de 2023, requerirán a las compañías externas que tomen medidas en sus compromisos con la sostenibilidad y los acompañarán en este camino para que realicen mejoras en sus emisiones, energía, calor, transporte, residuos, agua y biodiversidad.
Durante la próxima década, según apunta el director de relaciones institucionales y comunicación, seguirán invirtiendo en medidas que reduzcan el impacto medioambiental de GSK, más concretamente, en programas de restauración para compensar el impacto que no pueden reducir.
“Continuaremos adaptándonos, respondiendo y cambiando de manera proactiva nuestro enfoque para garantizar que GSK siga ofreciendo un desempeño sólido en materia de ESG”
Un claro ejemplo de ello es el proyecto anunciado en la COP15 de 2022 donde anunciaron la inversión destinada a restaurar 2.500 hectáreas de manglar en Indonesia a través de una colaboración con la comunidad local y la compañía especializada en ser proveedora de soluciones para la protección del clima First Climate.
Aunque Guillermo de Juan recalca el orgullo que sienten desde la compañía por el progreso que han llevado a cabo en torno al enfoque ESG, recuerda la importancia de mantenerse “bajo revisión constante”. Siendo totalmente conscientes de que ser una empresa responsable “no es un requisito estático”, puesto que el entorno operativo sigue cambiando, “continuaremos adaptándonos, respondiendo y cambiando de manera proactiva nuestro enfoque para garantizar que GSK siga ofreciendo un desempeño sólido en materia de ESG”, concluye.