Uno de los principales retos globales de este siglo XXI es conseguir que las ciudades sean realmente entornos saludables. Esta idea es uno de puntos en los que se ha fundamentado el ‘Public Debate sobre Healthy Cities’ organizado por Sanitas y la Norman Foster Foundation, en la Fundación Giner de los Ríos.
El evento contó con la participación de la arquitecta Beatriz Colomina; María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS; Susana Saiz Alcaraz, directora de sostenibilidad y energía de Arup y; Joseph G Allen, director del programa Edificios Saludables en la Escuela de Salud Pública T-H. Chan de la Universidad de Harvard. Además de la presencia de Yolanda Erburu, Chief Sustainability y Corporate Affairs en Sanitas y Bupa Europe & Latinamerica. y, el propio Norman Foster.
Estas jornadas tienen como objetivo crear un marco investigador en el que se busquen métodos y formatos innovadores que permitan resolver los principales problemas a los que se enfrentan actualmente las ciudades y sus habitantes, como pueden ser la necesidad de regeneración urbana o la creación de espacios verdes y procesos más sostenibles.
Es fundamental que los diferentes actores trabajen en conjunto, si logramos la infraestructura, lograremos una ciudad más saludable para la sociedad
Según apuntan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), el conceptoOne Health, hace referencia a que la salud de las personas está vinculada con la salud del planeta y es fundamental cuidar de una para garantizar la otra, por lo que la construcción de entornos urbanos y edificios que generen un impacto positivo real ha de ser el camino a seguir.
“Una ciudad sostenible en términos de estilo de vida, es también, una ciudad más sostenible en términos energéticos. Es fundamental que los diferentes actores trabajen en conjunto, si logramos la infraestructura, lograremos una ciudad más saludable para la sociedad. Somos seres sociables y siempre necesitaremos vivir en las ciudades”, aseguró el propio Norman Foster durante el encuentro.
Durante la jornada sobre los espacios urbanos, se trataron como soluciones la promoción de la educación y el conocimiento en la construcción de ciudades más saludables y sostenibles. “La arquitectura moderna tiene sus cimientos, precisamente, en la ruptura con el modelo de arquitectura del siglo XIX. Todas las infraestructuras que se incorporaron corresponden a necesidades que habían surgido a consecuencia de las pandemias y enfermedades del siglo anterior. Elementos como las terrazas en las viviendas o la mayor afluencia de luz surgieron como respuesta a los casos de tuberculosis, donde el factor ambiental es fundamental tanto para la prevención como para la recuperación”, explicó Beatriz Colomina.
Por su parte, María Neira, se detuvo en que siete millones de muertes prematuras al año se deben precisamente a la contaminación, por lo que propone que las instituciones ofrezcan soluciones ante un reto de estas magnitudes. En esta misma línea, Susana Sainz puso el foco en la necesidad de las relaciones interpersonales dentro de la ciudad. “El fomento de las relaciones humanas e intergeneracionlaes es también fundamental para garantizar una mejor salud para el conjunto de la sociedad. Los espacios donde se puede hacer comunidad ayudan realmente a nivel no solo físico, sino emocional y mental”, explicó.
FIRMA DE CONVENIO
El pasado mes de diciembre, Sanitas y la Norman Foster Fundation firmaron un acuerdo de colaboración para impulsar la creación de ciudades que se consideren más saludables y sostenibles. Las empresas que forman parte del proyecto están comprometidas con el Manifiesto Healthy Cities-One Health, que las anima a trabajar en varios ámbitos con el fin de fomentar la economía circular, la creación de infraestructuras sostenibles y accesibles, el cuidado de la biodiversidad y el impulso de la movilidad sostenible.
Si cuidamos de su salud, les damos herramientas para una mejor calidad de vida, estaremos contribuyendo a tener una sociedad mucho más saludable
“Las compañías tenemos la responsabilidad de cuidar el entorno en el que operamos. No basta solo con poner en práctica medidas de reducción de emisiones o ahorro energético, sino que debemos ir más allá y proteger a nuestros clientes y empleados. Si cuidamos de su salud, les damos herramientas para una mejor calidad de vida, estaremos contribuyendo a tener una sociedad mucho más saludable. Y ese es el espíritu de Healthy Cities y de toda la actividad, formación e investigación que estamos desarrollando en este ámbito”, concluyó Yolanda Erburu.