Coincidiendo con el Día Mundial del Sueño, el Hospital Quirónsalud Barcelona y el grupo musical Xiula han colaborado para crear una canción, ‘Bon Son’ (Buen Sueño), que ayude a concienciar a adultos y, especialmente a niños y adolescentes, de la importancia de dormir bien y de detectar algunos trastornos del sueño que pueden afectar de forma importante a su actividad diaria y rendimiento.
La canción, a ritmo de trap, habla sobre situaciones de la vida cotidiana en la que se pueden encontrar muchos jóvenes e intenta dar algunas pautas para que la falta de sueño o los malos hábitos no interfieran en sus actividades como los estudios o el trabajo.
"Empezamos a ser conscientes de que tener un sueño de calidad es un derecho y también una necesidad si queremos tener una vida saludable, por desgracia en ocasiones el entorno en el que vivimos, cada vez más exigente no confunde y nos aparta de ello. Es nuestro deber acercarnos a cuidar nuestros hábitos de sueño para conseguir el propósito deseado", ha comentado la doctora Odile Romero, coordinadora de la Unitat del Son del Hospital Quirónsalud Barcelona.
En este sentido, los integrantes de Xiula, "creen firmemente en la música y, más concretamente en las canciones educativas, como herramienta de trabajo valiosísima con niños y adolescentes". "Bon Son es un trap que quiere conectar con los jóvenes y cuestionar desde la empatía, algunos de los hábitos más perjudiciales a la hora de cuidar el propio biorritmo. Una base moderna y unas rimas que te descubren cuán necesario es estar off para estar on", han añadido.
Dormir la cantidad adecuada de horas, así como en el momento adecuado del día es fundamental para cualquier persona que quiera rendir
La canción ‘Bon son’ también hace un guiño al lema de este año del Día Mundial del Sueño, 'Únete al mundo del sueño, conserva tus ritmos para disfrutar la vida', destinado a enfatizar en la importancia de los ritmos circadianos en el sueño saludable, e inspirado en el reciente Premio Nobel de Fisiología o Medicina asignado a tres investigadores que han dedicado sus estudios a los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano, es decir, nuestro reloj biológico.
Dormir la cantidad adecuada de horas, así como en el momento adecuado del día es fundamental para cualquier persona que quiera rendir. Sin embargo, hoy en día, muchos niños y adolescentes no duermen lo suficiente y tienen patrones de sueño cambiantes a lo largo de la semana. Todo ello produce un desajuste en su ritmo de sueño de vigilia-sueño que repercute sobre todos los aspectos de la vida del niño, desde su capacidad para prestar atención en clase hasta su estado de ánimo.
En ocasiones, este desajuste en el ritmo de vigilia-sueño se da por una alteración interna de los núcleos supraquiasmáticos (NSQ). Sabemos que en la adolescencia se produce de forma fisiológica un retraso en el ritmo de vigilia-sueño por el que la hora de acostarse y la de levantarse se retrasan respecto a los horarios de niños más pequeños y adultos. Pero también, los cambios producidos en los últimos años en el uso del tiempo libre de forma inadecuada, con un consumo excesivo de televisión, teléfono móvil y videojuegos, son responsables directos de este desajuste.
USO INADECUADO DEL TIEMPO LIBRE
La luz azul que emiten las pantallas de televisión, teléfono móvil y videojuegos puede retrasar la liberación de la melatonina inductora del sueño, aumentar el estado de alerta y restablecer el reloj interno del cuerpo a un horario posterior.
Este es un problema especialmente importante para los adolescentes cuyo ritmo circadiano ya está cambiando de forma fisiológica a esta edad, lo que los mantiene despiertos hasta altas horas de la madrugada.
La razón por la cual la luz azul es tan problemática es que tiene una longitud de onda corta que afecta los niveles de melatonina más que cualquier otra longitud de onda. La luz de las bombillas fluorescentes y las luces LED puede producir el mismo efecto.
Cuando las personas leen en un dispositivo emisor de luz azul durante la noche, tardan más tiempo en conciliar el sueño
Normalmente, la glándula pineal en el cerebro comienza a liberar melatonina un par de horas antes de acostarse, y la melatonina alcanza su pico en la mitad de la noche. Cuando las personas leen en un dispositivo emisor de luz azul (como una tableta, en lugar de un libro impreso) durante la noche, tardan más tiempo en conciliar el sueño. Además, tienden a tener menos sueño REM (cuando ocurren los sueños) y se despiertan con sueño.
Según una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño (NSF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, más del 25% de los alumnos de enseñanza secundaria se quedan dormidos en clase, y los expertos han establecido una relación entre la falta de sueño y el hecho de sacar peores notas.
Pero, además, este desajuste del ritmo de vigilia-sueño también tiene unas consecuencias a largo plazo como problemas de hiperactividad, cambios en el estado de ánimo (tristeza, irritabilidad y cólera), dificultad para controlar las emociones, aumento de la impulsividad, mayor riesgo de trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes, así como el incremento de los accidentes de tráfico.