Desde el inicio de la epidemia de sida, MSD ha centrado sus esfuerzos en ofrecer una respuesta global buscando proporcionar opciones terapéuticas que sirvan a las necesidades individuales y estilos de vida de las personas que viven con VIH.
Durante este tiempo, MSD ha logrado diferentes hitos en el manejo de la infección con uno de los primeros inhibidores de la proteasa, que ayudó a la cronificación de una enfermedad que había acabado con muchas vidas hasta el momento; o el primer inhibidor de la integrasa, gracias al que se ha contribuido a mejorar la calidad de vida de estas personas, algo que parecía imposible hace solo unos pocos años.
Además, desde MSD han contribuido también de manera muy activa a los objetivos de Onusida, con nuevos fármacos en investigación en los cuales confían en que podrían cambiar el paradigma de manejo de la persona que vive con VIH en los próximos años.
Asimismo, también continúan contribuyendo a la formación e información de las personas que viven con VIH, gracias a proyectos como 'Cuidar en VIH', que ofrece información de utilidad sobre el virus, su diagnóstico, el día a día de un paciente con VIH, así como aspectos sociales, laborales o legales.
MSD ha reforzado su compromiso y sus esfuerzos para que las personas que viven con el VIH puedan seguir disfrutando de una calidad y esperanza de vida similar a la del resto de la población
Aunque el tratamiento antirretroviral ha supuesto un importante avance en el manejo de la infección por el VIH, aún queda mucho trabajo por hacer: El '90-90-90' es el ambicioso objetivo global de tratamiento para contribuir al fin de la epidemia de sida de Onusida en el año 2020.
Concretamente, la iniciativa aspira a tres objetivos clave para 2020, que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico respecto a la enfermedad; que el 90% de las personas diagnosticadas con el VIH reciban terapia antirretrovírica continuada; y que el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tengan supresión viral.
Es por ello que, coincidiendo con el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra el 1 de diciembre, MSD ha reforzado su compromiso y sus esfuerzos para que las personas que viven con el VIH puedan seguir disfrutando de una calidad y esperanza de vida similar a la del resto de la población, gracias a los tratamientos existentes que han permitido cronificar la infección.
Además, de la mano de las personas y colectivos implicados en su cuidado, MSD sigue trabajando para mejorar su salud y su calidad de vida, poniendo énfasis en la eliminación del estigma que aún existe asociado a la infección, el cual sigue causando discriminación y supone, en muchas ocasiones, una barrera para su cuidado y control.