Linde Healthcare ha donado varios equipos respiratorios a la Asociación para el apoyo y asesoramiento a personas con enfermedades neuromusculares y sus familiares (ASEM Castilla La Mancha).
El acto, que ha tenido lugar en Talavera de la Reina (Toledo), ha contado con Begoña Martín Bielsa, presidenta de la Asociación, quien ha agradecido a la compañía la iniciativa y ha señalado que "la donación de estos equipos va a permitir mejorar la atención respiratoria a las personas afectadas por estas enfermedades, de las que en Castilla La Mancha hay unas 2.000, la mitad de ellas en edad infantil. En concreto, nos ayudarán a prevenir las consecuencias de la afectación muscular en la función respiratoria y compensar el déficit de los músculos respiratorios, permitiendo conservar las propiedades mecánicas de la caja torácica, favorecer la expansión de pulmones y tórax y despejar el aparato respiratorio para liberar las vías respiratorias".
Sólo en Castilla La Mancha, alrededor de 2.000 personas sufren enfermedades neuromusculares
Por su parte, Patricia Estepa, Responsable de Relaciones Institucionales de Linde Healthcare, ha expresado "la satisfacción de la compañía por materializar esta ayuda a través de la Asociación, en su compromiso con la mejora de la calidad de vida de los pacientes con patologías respiratorias, tanto en el ámbito domiciliario como hospitalario".
Y es que, Linde Healthcare tiene una larga trayectoria en el campo de la Responsabilidad Social Corporativa colaborando con entidades, Asociaciones, centros sanitarios y de investigación para impulsar iniciativas encaminadas a impulsar mejoras relacionadas con las enfermedades respiratorias
En las enfermedades neuromusculares se produce el debilitamiento de los músculos respiratorios, que conlleva una disminución de la ventilación y que influye en la calidad de los intercambios gaseosos que dependen de ella. En efecto, el dióxido de carbono se acumula en la sangre mientras que el oxígeno empieza a ser insuficiente. Esa acumulación produce dificultad para conciliar el sueño, dolores de cabeza, cansancio, o somnolencia. Por otra parte, la falta de oxígeno genera hipoxias. Además, el déficit ventilatorio produce rigidez en la caja torácica (acentuando la dificultad respiratoria), impide un crecimiento torácico armónico y limita el drenaje aumentando la obstrucción bronquial y el riesgo de neumonía. De ahí que estos pacientes tengan que recurrir a equipos que les ayuden a mejorar la función respiratoria.