Las grandes empresas tecnológicas son conscientes del potencial de la industria sanitaria y suben su apuesta por el sector sanitario y su transformación digital. Google, una de las grandes tecnológicas, continúa su fuerte apuesta por el sector y vuelve a irrumpir en la industria sanitaria.
Hace más de una década que Google inició su incursión en el sector de la salud como un servicio de registro de datos personales que quería unificar y facilitar el acceso a los datos médicos y hacer que los pacientes tuvieran más conocimiento sobre su propia información.
Concretamente, fue en 2012 cuando Google cerró su primer proyecto serio de atención sanitaria, un servicio que permitía a los usuarios almacenar sus historiales médicos en línea conocido como Google Health, y a partir de ese momento, la tecnológica no ha parado de apostar por el sector.
Ni la pandemia del coronavirus paró a Google. Todo lo contrario, Google sacó músculo en plena pandemia por su fortaleza en el sector de la salud y se convirtió en uno de los baluartes frente al SARS-CoV-2.
Google planea probar si su software de inteligencia artificial puede analizar ecografías tomadas por técnicos menos calificados, siempre que sigan un patrón establecido
En abril de 2020, cuando el coronavirus atacaba Europa y empezaban a aflorar su impacto en América, Google, de la mano de Apple, anunció la formación de una plataforma única para el rastreo de expansión del virus en todo el mundo.
Así, con el objetivo de frenar el coronavirus, presentó un proyecto ambicioso en el que sus dos sistemas operativos, iOS y Android, serían uno. El nuevo sistema avisaba automáticamente en caso de que nosotros, o una persona con la que hemos estado, tenga el coronavirus.
Asimismo, a través de su doodle, el buscador más famoso de Internet recordaba la importancia del uso de la mascarilla y el distanciamiento social para evitar la propagación de la Covid-19. Finalmente, la compañía donó más de 800 millones de dólares (727,5 millones de euros) en fondos para ayudar a las pymes, instituciones sanitarias y gobiernos, así como a trabajadores sanitarios.
Google ha pasado varios años desarrollando inteligencia artificial para analizar radiografías y otros documentos de pacientes e identificar enfermedades con la intención de predecir los resultados y reducir costes. También ha experimentado con otras ideas, como añadir una opción para que las personas que buscan información médica puedan hablar directamente con un médico.
El pasado año, la tecnológica anunció que junto a investigadores de Mayo Clinic, había desarrollado un nuevo algoritmo de inteligencia artificial para mejorar los dispositivos de estimulación cerebral para tratar enfermedades.
También, anunció un acuerdo con la compañía Lumen mediante el cuál aplicarán el aprendizaje automático en la fabricación de productos biológicos, y el pasado mes de septiembre, anunció una nueva colaboración la empresa de tecnología de la salud, Cue Health, para abordar la secuenciación y seguimiento de variantes virales respiratorias en tiempo real.
Su compañía matriz, Alphabet, también ha apostado por el descubrimiento de fármacos con el lanzamiento de una empresa de inteligencia artificial (IA) basada en los éxitos de simulación de plegamiento de proteínas logrados en DeepMind.
Los nuevos Isomorphic Laboratories tienen como objetivo ofrecer un "enfoque de IA primero" para abordar la investigación biofarmacéutica, con el objetivo de servir como socio comercial para los fabricantes de medicamentos y descubrir cómo reaccionarán los fármacos dentro del cuerpo. Concretamente, el modelo de IA generativa fue capaz de predecir cómo una simple cadena de aminoácidos se traduciría en una estructura tridimensional con precisión atómica.
TELÉFONOS INTELIGENTES PARA MONITOREAR LA SALUD
Este año, Google también ha anunciado planes para usar teléfonos inteligentes para monitorear la salud y ha explicado que probará si capturar los sonidos del corazón y las imágenes del globo ocular podría ayudar a las personas a identificar problemas desde el hogar.
La compañía está investigando si el micrófono incorporado del teléfono inteligente puede detectar los latidos del corazón y los soplos cuando se coloca sobre el pecho, de modo que las lecturas podrían permitir la detección temprana de trastornos de las válvulas cardíacas.
Google también señaló que había reportado "resultados tempranos prometedores" usando cámaras de mesa en clínicas y ahora está examinando si las fotos de teléfonos inteligentes también pueden funcionar.
Ahora, Google también planea probar si su software de inteligencia artificial puede analizar ecografías tomadas por técnicos menos cualificados, siempre que sigan un patrón establecido.
Estos proyectos siguen a los anuncios del año pasado sobre la medición de la frecuencia cardíaca y respiratoria con cámaras de teléfonos inteligentes, funciones que ahora están disponibles en muchos dispositivos a través de la aplicación Google Fit.