El mercado de la neurotecnología está incorporando cada vez más empresas que deciden sumergirse en el desarrollo de implantes que permiten que los ordenadores detecten y respondan a los pensamientos de los usuarios, e incluso en algunos casos, enviar cargas de neuroestimulación a cambio.
Actualmente las dos grandes potencias que lideran esta carrera son Synchron, que recientemente incorporó dos grandes figuras del sector tecnológico como sonBill Gates y Jeff Bezos, y Neuralinkde Elon Musk. No obstante, en estos últimos meses ha surgido Precision Neuroscience, un competidor con mucho potencial para revolucionar el mercado con decenas de millones de dólares en financiación y con un exejecutivo de Musk a la cabeza.
La compañía estadounidense que fue lanzada en 2021 ha anunciado esta semana que han conseguido una financiación de 41 millones de dólares (37.638.852 euros), los cuales elevan la cifra total a 53 millones de dólares (48.664.036 euros) a cargo de Steadview Capital y B Capital Group. Gracias a este empujón económico, Precision podrá aumentar su personal para continuar desarrollando el implante e iniciar los ensayos clínicos del dispositivo en búsqueda de la aprobación de la Agencia del Medicamento de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
La tecnología de interfaz cerebro-computadora debe salir del laboratorio y llegar a la clínica
“Imaginamos un mundo donde las condiciones neurológicas devastadoras (accidente cerebrovascular, lesión cerebral traumática, demencia) finalmente se pueden tratar. Para llegar a este mundo, la tecnología de interfaz cerebro-computadora debe salir del laboratorio y llegar a la clínica”, señaló el director ejecutivo de Precision Neuroscience, Michael Mager.
En cuanto al propio dispositivo, desde Fierce Biotech apuntan que se trata de una película flexible similar a una cinta adhesiva que tiene aproximadamente una quinta parte del grosor de un cabello humano y se coloca en la superficie del cerebro en un procedimiento mínimamente invasivo, que requiere solo una hendidura de un milímetro para la inserción.
Además, disponen de más de 1.000 electrodos y se pueden colocar múltiples implantes en el cerebro a la vez para cubrir más área de superficie. Tras ser colocados, funcionan de dos direcciones, es decir, no solo recopilan señales cerebrales que se transmiten a una computadora y se traducen en código mediante algoritmos, sino que también pueden usar esa información para emitir pulsos que estimulan ciertas áreas del cerebro y así, tratar afecciones neurológicas para a ensayos clínicos.