El electrocardiograma integrado del Apple Watch fue aprobado por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para detectar ritmos cardíacos irregulares y alertar a los usuarios sobre posibles signos de fibrilación auricular.
Ahora, un nuevo análisis del Apple Heart Study ha desvelado que un pequeño porcentaje de los que recibieron las alertas fueron en última instancia diagnosticados con arritmias distintas de la fibrilación auricular.
En 2018, la compañía obtuvo el visto bueno del regulador estadounidense para la función de electrocardiograma incorporada en el Apple Watch. La aprobación de la agencia permitió a los usuarios realizar análisis de ritmo cardíaco en el lugar y luego recibir alertas si se identificaba alguna irregularidad, lo que podría indicar la presencia de fibrilación auricular.
La decisión de la FDA se basó en los primeros hallazgos del Apple Heart Study, que comenzó en 2017 e inscribió a más de 400.000 participantes para realizar ECG regulares con el Apple Watch.
El estudio finalmente encontró que de aquellos que recibieron notificaciones de pulso irregular del dispositivo, alrededor del 84% se confirmó a través de una consulta clínica de seguimiento que estaban en fibrilación auricular en el momento de la alerta.
Alrededor de 100 personas fueron finalmente diagnosticadas con otras arritmias después de recibir la notificación de pulso irregular
El nuevo estudio, que se ha centrado en el 16% restante de ese grupo, ha evaluado si el Apple Watch podría usarse en última instancia para identificar arritmias distintas de la fibrilación auricular.
Dirigido por investigadores de Apple y la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, el estudio ha revelado que alrededor de 100 personas fueron finalmente diagnosticadas con otras arritmias después de recibir la notificación de pulso irregular, incluyendo complejos auriculares prematuros y contracciones ventriculares prematuras, así como taquicardia auricular y taquicardia ventricular no sostenida.
Concretamente, los investigadores se han centrado en un subconjunto de 450 participantes del estudio que recibieron la posible alerta de fibrilación auricular del dispositivo portátil y, posteriormente, se les dieron parches de ECG para que los usaran durante una semana para realizar un seguimiento de su frecuencia cardíaca. Después de eso, se diagnosticó fibrilación auricular en solo alrededor de un tercio de los participantes.
ALREDEDOR DE UN 40% DE USUARIOS FUERON DIAGNOSTICADOS CON OTRO TIPO DE ARRITMIA
Entre los 297 usuarios de Apple Watch que no tenían fibrilación auricular, alrededor del 40% fueron diagnosticados posteriormente con otro tipo de arritmia.
Según los investigadores, esos hallazgos indican que las capacidades de ECG del dispositivo podrían, y tal vez deberían, expandirse y perfeccionarse algún día para alertar a los usuarios sobre posibles arritmias además de la fibrilación auricular. No obstante, los investigadores han señalado que “aún no están seguros de cuán generalizados serían los beneficios si se agregaran otros análisis de arritmias al Apple Watch”.
“Por un lado, aproximadamente un tercio de los participantes que usaron el parche de ECG durante una semana sin signos de fibrilación auricular fueron diagnosticados más tarde con la afección, lo que aumentó la tasa de precisión general de las alertas de fibrilación auricular del dispositivo portátil y eclipsó la necesidad de otras alertas de arritmia”, han detallado.
Además, aunque algunas de las arritmias no fibrilares detectadas se han relacionado con accidentes cerebrovasculares y otras afecciones cardíacas graves, los investigadores han añadido que "la evidencia disponible no sugiere una mejora en los resultados si se tratan estos ritmos o si se aplican terapias destinadas a reducir el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico".
Por ello, han concluido que “antes de añadir nuevas funciones de detección de arritmias al Apple Watch, se deben recopilar más datos sobre los mejores enfoques para controlar y tratar las arritmias”.