La gripe es un virus respiratorio estacional que suele propagarse a través de gotas. Estas viajan en forma de aerosoles o de las manos contaminadas, y se propagan principalmente en invierno. Fiebre, escalofríos, dolores y malestar general son algunas de las consecuencias de la entrada de estas gotas en nuestro organismo. Aunque parezcan síntomas inofensivos, en personas vulnerables puede desembocar en cuadro respiratorio grave que requiera ingreso.
“La población general asocia la infección por el virus de la gripe a una infección respiratoria, pero, desgraciadamente, los problemas provocados por este virus van mucho más allá del aparato respiratorio”, explica la doctora Amina Bekki, neumóloga del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
De acuerdo con la especialista, “más allá de los síntomas respiratorios, la infección por el virus de la gripe puede provocar descompensaciones de enfermedades subyacentes, favorecer las sobreinfecciones por otros gérmenes, acelerar el deterioro funcional de un paciente ya frágil, e incluso provocar eventos cardiovasculares fatales”.
“La población general asocia la infección por el virus de la gripe a una infección respiratoria, pero, desgraciadamente, los problemas provocados por este virus van mucho más allá del aparato respiratorio”
Por su parte, el doctor Ignacio Sánchez Lázaro, responsable de la Unidad de Cardiología de Vithas Valencia 9 de Octubre, integrada en el Instituto Cardiovascular Vithas, señala que “los pacientes que sufren de enfermedades crónicas, como son la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardiaca entre otras, no sólo tienen más probabilidad de contraer la gripe, sino que más frecuentemente van a desarrollar complicaciones graves que requieran ingreso hospitalario”. Este riesgo se ve aumentado en caso de comorbilidades y enfermedades respiratorias crónicas.
Los estudios epidemiológicos señalados en la Sociedad Española de Cardiología muestran que la mortalidad por causas cardiovasculares, como infarto de miocardio o insuficiencia cardiaca, aumenta en invierno. “Los picos de mortalidad coinciden con los picos de infección por gripe en la población general”, añade el profesional. De hecho, durante la primera semana de infección por la gripe, la tasa de sufrir un infarto de miocardio aumenta de 6 a 10 veces, la de ingresar por insuficiencia cardiaca de 4 a 7, y la de padecer un ictus de 3 a 8 veces”.
Por último, la doctora Bekki concluye subrayando “cómo la vacunación frente a la gripe reduce la incidencia, no solo de patología respiratoria entre los vacunados, sino también de eventos cardiovasculares”. Por ello, es fundamental que todos aquellos pacientes con enfermedades crónicas soliciten la vacunación frente a la gripe a sus médicos.