Cuervo (GSK): "Sotrovimab mantiene su capacidad de neutralización sea cual sea la variante de Covid"

Rafael Cuervo asegura que desde GSK "no se para de investigar y de tratar de optimizar aquello que ya hemos desarrollado y es en el proceso en el que estamos".

Rafael Cuervo, doctor y responsable médico en España de tratamientos para la Covid 19 de la compañía biofarmacéutica GSK.
Rafael Cuervo, doctor y responsable médico en España de tratamientos para la Covid 19 de la compañía biofarmacéutica GSK.
9 octubre 2021 | 00:00 h

La industria farmacéutica está trabajando a velocidad de crucero para desarrollar nuevas herramientas que ayuden a combatir la Covid-19 y sus variantes. En esta línea, la compañía GSK, en su misión de '0 hospitalizaciones por COVID', ha fortalecido su respuesta ante la pandemia y la aparición de las distintas variantes, con un fuerte compromiso de investigación y desarrollo de nuevas terapias, apostando por los anticuerpos monoclonales como tratamiento para combatirlas.

El doctor Rafael Cuervo, responsable médico de GSK en España de tratamientos para la Covid-19, ha hablado con ConSalud.es sobre lo que supone este tipo de tratamientos en la lucha contra el coronavirus: "Sotrovimab nos da una herramienta terapéutica que parece efectiva y estable aún en la previsión de que el virus pueda sufrir futuras mutaciones".

¿Por qué para acabar con la pandemia no basta con las vacunas, sino que también son necesarios los tratamientos?

Básicamente, por varios motivos. El primero es porque aunque se vacunase al 100% de la población, las vacunas no tienen una efectividad del 100%, con lo cual siempre va a haber escape al beneficio de las vacunas, poniendo incluso vacunas muy efectivas y con una protección muy duradera, seguiría sin beneficiarse el 100% de la población.

Sobre esto se dan dos circunstancias, la primera que evidentemente el 100% de la población no se ha vacunado por diversos motivos, a veces, porque son negacionistas o porque no se quieren vacunar, otras veces porque no han tenido acceso a ello, porque no han podido o porque hay determinadas comorbilidades que por la razón que sea no parece que esté tan indicado o dificulte que el paciente se vacune.

Y luego, porque evidentemente la vacuna no es efectiva al 100% y no dura o parece que no están durando todo el tiempo necesario y, de hecho, se está hablando de una tercera dosis en población más vulnerable, y en otros países como es el caso de Reino Unido o Israel estamos viendo que teniendo una alta tasa de vacunación se están viendo nuevas olas y pacientes que, pese a todo, han vuelto a empeorar y a necesitar ingresos y parece que eso puede estar relacionado con múltiples factores como es la relajación de medidas de distanciamiento, la aparición de nuevas variantes y probablemente también porque la vacuna no está proporcionando ese periodo de efectividad indefinido y en ese periodo en el que la vacuna no es tan efectiva pues el paciente puede estar descubierto.

"Se dirige a pacientes que ya están infectados, que tienen síntomas por Covid en una fase inicial de la enfermedad y que tienen riesgo de progresar"

Por lo tanto, se está viendo que pese a todo sigue habiendo personas infectadas. En nuestro escenario actual, en el que la incidencia es muy baja, hablamos de en torno a 50-60 por 100.000 habitantes, sigue habiendo casos, muchos menos, pero los sigue habiendo. Mientras eso siga pasando sigue siendo necesario un tratamiento para poder aportar solución a esos pacientes que no han llegado a beneficiarse del efecto de la vacuna.

Actualmente, ¿en cuáles estáis trabajando?

En GSK, aparte de trabajar con otras compañías en el desarrollo de vacunas, en el caso particular de tratamientos, estamos trabajando en una línea en particular que es un anticuerpo monoclonal neutralizante que lo que tiene o busca es neutralizar la entrada del virus en las células.

Una vez que el paciente ya está infectado en aquellos que son de más riesgo para progresar o empeorar, en ese momento más inicial en el que se detecta esa infección en ese paciente de riesgo, poder aportarle un tratamiento que sea capaz de neutralizar el virus y de evitar la progresión de la enfermedad.

¿Cuál es el papel fundamental de este tipo de tratamientos en pacientes con Covid?

Pues fundamental en aquellos de riesgo. En general, cualquiera se puede infectar de Covid. Una persona de 25 años sin ninguna comorbilidad que se infecta y tiene un dolor de garganta, no le va a pasar nada más que eso. Pero, en el momento en el que el paciente tiene otras características como más edad o pacientes que aún no teniendo tanta edad tienen algunas enfermedades asociadas como enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, insuficiencia renal o pacientes inmunodeprimidos, esos pacientes una vez que se infectan tienen más riesgo de progresar.

"Sigue siendo necesario un tratamiento para poder aportar solución a esos pacientes que no han llegado a beneficiarse del efecto de la vacuna"

Y lo que busca el tratamiento es precisamente eso, que cuando se infectan estos pacientes y antes de que vaya a más, poder aportarles esto y en un momento dado pues que no progresen, que la enfermedad quede en lo más leve posible y no vaya a una situación más grave.

Es importante porque estamos en un espacio en el que hasta la fecha no estaba cubierto excepto por este tipo de tratamientos, es decir, el paciente que estaba leve lo mandaban a casa y podía llamar y esperar a ver cómo iba, y el paciente que ingresa o tiene riesgo de progresar lo dejan ingresado y si empeora mucho le ponen las medidas que antes existían o que ahora existen para pacientes más graves. Pero para ese espacio intermedio en el que el paciente se ha infectado, en el que sabes que puede ir a más y quieres evitar que vaya a más, ese espacio durante mucho tiempo no ha estado cubierto.

Entonces el tratamiento viene a cubrir ese espacio permitiendo que aquellos que no se beneficien de la vacuna, que se sigan infectando y tengan un riesgo de ir a más porque no han hecho una inmunidad suficiente, poder aportarles una solución que evite que eso progrese, sumando las vacunas con este tratamiento para convertir la enfermedad en lo más leve posible.

¿A qué perfil de pacientes se dirige sotrovimab?

Fundamentalmente, va a pacientes que ya están infectados que tienen síntomas por Covid en una fase inicial de la enfermedad y que tienen riesgo de progresar y acaben requiriendo una hospitalización o medidas más agresivas de soporte.

Esos pacientes son pacientes de edad avanzada y el punto de corte es muy variable. En el momento de hacer el estudio eran de 55 años o más, seguramente, a día de hoy, con las vacunaciones estaríamos hablando de un rango de edad más elevado y aquellos pacientes que no teniendo una edad avanzada tienen factores de riesgo de progresar.

Esos factores de riesgo identificados en general y de hecho, también identificados a nivel de la agencia europea o de sociedades científicas, pues fundamentalmente son los pacientes que son obesos, con diabetes no controlada, con insuficiencia renal crónica, con enfermedades cardiovasculares, con enfermedades respiratorias crónicas, principalmente EPOC o asma en grado moderado o grave, y los pacientes que están inmunodeprimidos. Son fundamentalmente el bloque de pacientes que se beneficiarían de este fármaco en un momento precoz de la infección.

¿Por qué cree que España no sigue los pasos de Italia en el uso de estos anticuerpos pese a su eficacia demostrada a la hora de salvar vidas?

Cada agencia reguladora es un mundo e influyen múltiples factores. En el caso de España, el fármaco está disponible bajo el uso de situaciones especiales, prescripción digamos paciente a paciente, es la forma en la que está autorizado para prescripción pero todavía no tiene una autorización de comercialización al uso.

Hay países como Italia, Alemania o Reino Unido, que este perfil de tratamientos lo han considerado necesarios como un uso de emergencia. En España no ha sido así, probablemente no tienen condiciones o no tengo toda la información necesaria del Ministerio de Sanidad como para juzgar si la decisión es adecuada o no. Si que puedo comparar y ver que en otros países la situación no es así.

De hecho, en Italia el uso comunicado por la agencia italiana del medicamento es relativamente elevado, más elevado que el que se está haciendo en España. Pero no te podría dar una razón, probablemente es una pregunta que deban contestar desde el Ministerio de Sanidad.

"El anticuerpo se diseñó con la idea de tener una alta barrera de resistencia y ser capaz de adaptarse a diferentes variantes del virus"

Lo cierto es que en España si comparamos con otros países occidentales similares al nuestro, pues es verdad que el uso de este perfil de tratamientos es menor o bastante menor que el que vemos en otros países de nuestro entorno.

Frente a las recientes variantes de la Covid-19, ¿qué papel tienen los anticuerpos monoclonales y cómo pueden ayudar?

Frente a las variantes es una de las preocupaciones, porque las variantes ponen en duda la acción de algunas vacunas si es o no una variante que este circulando a día de hoy o una futura variante que puede comprometer o no el beneficio de las vacunas, en el caso de anticuerpos monoclonales neutralizantes que, de hecho existen varios, también existe un poco de preocupación, en el caso del anticuerpo que estamos desarrollando en GSK se diseñó con la idea de tener una alta barrera de resistencia, es decir, ser capaz de adaptarse a diferentes variantes del virus.

En realidad cuando hicimos el diseño así, era pensando más en futuras pandemias de coronavirus en futuros años, y pensando que si eso pudiese pasar, tuviéramos una herramienta terapéutica. ¿Por qué se pensó que tenía esta alta barrera de resistencia? Por la forma en la que fue obtenido.

Porque normalmente un anticuerpo monoclonal neutralizante se obtiene de un paciente que ha superado la enfermedad, es decir, se selecciona dentro de ese paciente aquel anticuerpo que parece más receptivo para la neutralización del virus que se está buscando y una vez que se ha seleccionado se hace una serie de cambios de ingeniería genética y se produce en masa para poderlo aportar a otros pacientes.

En nuestro caso, el anticuerpo que se seleccionó, no se seleccionó de un paciente que había superado el SARS-CoV-2, sino de un paciente que había superado el SARS-CoV-1 en 2002 y lo que se hizo fue seleccionar aquel anticuerpo que tenía capacidad de neutralizar el SARS-CoV-1 que el paciente había superado y también el SARS-CoV-2, de tal manera que un anticuerpo que era capaz de neutralizar dos versiones del virus separadas entre sí, por 17 años, era muy probable que se estuviese uniendo a una zona del virus que no tiene tendencia a mutar, probablemente porque al virus no le resulta rentable mutar esa zona.

Esta es un poco la idea con la que se diseñó para tener esa alta barrera de resistencia y lo que hemos ido comprobando en diversos tests in vitro es que esa idea es efectivamente cierta y que conforme han ido apareciendo diferentes variantes se ha ido testando la capacidad de neutralización in vitro del anticuerpo y se ha comprobado que el anticuerpo mantiene su capacidad de neutralización sea cual sea la variante de las que hasta ahora han aparecido.

Por lo tanto, sí que tiene esa capacidad y nos da una herramienta terapéutica que parece efectiva y estable aún en la previsión de que el virus pueda sufrir futuras mutaciones.

¿Cuáles son los planes futuros de la compañía GSK en cuanto al desarrollo de tratamientos para la Covid-19?

Ahora mismo, estamos muy centrados en este anticuerpo y en concluir el proceso regulatorio del anticuerpo en la revisión final por parte de la Agencia Europea del Medicamento, entiendo que también la americana, etcétera.

De forma paralela, GSK está trabajando en nuevas versiones del anticuerpo tratando de optimizarlo a futuro, pero estamos hablando ya de un futuro, no es algo que a día de hoy esté próximo en el tiempo. Y de momento, con el que hay circulante a priori en base un poco a la evidencia debería ser suficiente para aportar la solución que se está buscando.

Pero, desde GSK tampoco se para de investigar y de tratar de optimizar aquello que ya hemos desarrollado y es un poco en el proceso en el que estamos. Además, GSK también está trabajando con otras compañías para el desarrollo de vacunas en este caso aportando su coadyuvante para poder junto con otras compañías desarrollar vacunas que sean efectivas, lo más duraderas posibles y que se adapten en la medida de lo posible a futuras variantes.

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