A partir del 1 de enero de 2020 el Sistema Nacional de Salud (SNS) financiará la vareniclina, comercialmente conocido como Champix, uno de los fármacos que hay en el mercado para ayudar a dejar de fumar.
Así, el Gobierno de Pedro Sánchez beneficiará a gigantes farmacéuticos como Pfizer, farmacéutica encargada de producir Champix, inyectando millones de euros públicos y privados que, en lugar de poner en la diana al tabaco, tienen como objetivo el cigarrillo electrónico.
Según publica OKDIARIO, la subvención, que asciende a 30 millones de euros, es superior a las ventas del producto. De hecho, en 2018, las ventas de Champix alcanzaron los 18 millones, y teniendo en cuenta que los ciudadanos aportan una media de un 40% del precio del fármaco prescrito por la Seguridad Social, implicaría unas ventas de 50 millones.
Pfizer hizo una donación de 180.000 euros en 2005, destinada al establecimiento de una oficina de lobby en Berlín
Pero, además, la decisión del Ministerio de Sanidad que controla, en funciones, María Luisa Carcedo, no solo beneficia en exclusividad a Pfizer durante los dos próximos años, sino que tendrá un doble impacto en el 2021, año que expira la patente de Champix y se convertirá en un genérico. Con esto, Pfizer se asegura exprimir al máximo los beneficios en los últimos años de la citada patente.
A día de hoy, si una persona quiere dejar de fumar con Champix, le costará 126 euros el tratamiento de inicio el primer mes, y 182 el tratamiento de mantenimiento, lo que hace un total de 308 euros.
Lo cierto es que, si sigue costando 308 euros por persona, Pfizer se embolsaría más de 21,5 millones de euros, si bien, no todo saldrá de la administración, en función del tipo de usuario, se pagará el 10%, 40%, 50%, 60% o 100% del tratamiento.
Pero, por si esto fuera poco, resulta que Champix tiene graves efectos secundarios. De hecho, según informa el medio citado, de mayo de 2006 a diciembre de 2007 se registraron un total de 227 intentos de suicidio, 397 trastornos de psicosis y 525 conductas de hostilidad o agresión.
DONACIONES SECRETAS CONTRA EL CIGARRILLO ELECTRÓNICO
Además, a todo esto se suma, las acusaciones contra Pfizer de realizar donaciones secretas para apoyar campañas contra el cigarrillo electrónico en Alemania.
El pasado mes de septiembre, el diario alemán Der Spiegel publicó que entre estas campañas estarían la de la Alianza para la Acción Alemana contra el Tabaco (ABNR). En 2005, Pfizer habría realizado una donación de 180.000 euros, destinada al establecimiento de una oficina de lobby en Berlín.
Sin embargo, no solo se trata de que la ABNR haya recibido importantes donaciones de Pfizer, sino que además un representante permanente de la compañía farmacéutica ha formado parte del comité directivo de la ABNR, participando directamente en iniciativas legislativas.
La ABNR admite haber recibido donaciones de la industria farmacéutica desde 2009 pero, según la prensa alemana, lo habría hecho a cambio de transmitir información falsa sobre el cigarro electrónico, sin tener en cuenta las evidencias científicas sobre la reducción de la nocividad del mismo.