El grupo sanitario Ribera ha invertido en el hospital Polusa de Lugo un millón de euros desde que adquirió el centro sanitario privado, en noviembre de 2020.
En concreto, las obras han supuesto la creación de una nueva Unidad de Endoscopias, se ha reformado por completo la zona de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) y se ha realizado la dotación para una Unidad de Daño Cerebral Adquirido. La actuación en las dos primeras se ha finalizado en un plazo de apenas cuatro meses y ambas han entrado en funcionamiento en el mes de abril.
La nueva CMA permitirá que más del 70 por ciento de las intervenciones quirúrgicas que se realizan en el hospital no requieran el ingreso del paciente.
“Para Ribera Polusa, la nueva Unidad de CMA es un gran salto de calidad. Nuestro objetivo es aumentar el número de intervenciones quirúrgicas que se hacen en el mismo día y para ello se ha aumentado el confort y el bienestar del paciente, rebajando al mismo tiempo su ansiedad por enfrentarse a una intervención quirúrgica”, ha explicado Alberto Ascariz, supervisor de Quirófano y coordinador de esta unidad en la que trabajan siete personas.
El objetivo es que más del 70% de las intervenciones quirúrgicas que se realizan en el hospital no requieran el ingreso del paciente
No todos los pacientes ni todas las cirugías son susceptibles de realizarse por CMA pero si cumplen los criterios, pueden estar de regreso en su vivienda en apenas unas horas. “Esto lo que permite es que el paciente se sienta más cómodo y seguro porque sabe que se minimizan los cambios en su vidad cotidiana y en la de sus familiares”, explica Ascariz.
El procedimiento, es siempre el mismo: se realiza una llamada prequirúrgica al paciente para recordarle cómo deben prepararse ante la operación y permanecen en la misma Unidad hasta el momento de pasar a quirófano para, posteriormente, regresar a la CMA. “En el momento que la situación epidemiológica lo permita podrán estar acompañados, la mayor parte del tiempo, por un familiar, traer un libro, o algún dispositivo tecnológico”, indica Ascariz.
Las instalaciones, mucho más amplias y diáfanas, cuentan con luz natural y posibilidad de albergar hasta a diez pacientes que disponen de total intimidad y que pueden permanecer en la unidad hasta cuatro o cinco horas y recibir un alta tardía, alrededor de las ocho o nueve de la tarde, en los casos más complejos. “El paciente se va a casa ya completamente recuperado, con estándares de calidad perfectos, tolerancia, sin dolor y consciente. Esta recuperación depende mucho del paciente y, por supuesto, del tipo de cirugía”, añade.
Existe un amplio número de intervenciones quirúrgicas en la CMA, desde hernias, hemorroides, fístulas, túnel carpiano, juanetes, varices, hidroceles… También algunas operaciones de vesícula, si el perfil del paciente cumple los criterios, se pueden realizar por CMA.
NUEVA UNIDAD DE ENDOSCOPIA
Otra de las áreas del hospital Ribera Polusa que se ha reformado por completo ha sido el espacio destinado a la Unidad de Endoscopia, con dos nuevas salas para realizar gastroscopia y colonoscopia separadas por una zona de lavado intermedia que cuenta con un equipo completamente renovado.
Todo el espacio se ha distribuido para garantizar el confort y seguridad de los pacientes y facilitar la labor del personal, que cuenta con amplias zonas para realizar las pruebas.
“Antes de las obras se trataba de una consulta privada y ahora constituye una unidad propia del hospital a la que se derivan pacientes tanto de Digestivo como de la consulta general”, ha explicado Elena Matos, directora de Enfermería del hospital Ribera Polusa y responsable de este servicio, donde se llevan a cabo endoscopias diagnósticas e intervencionistas.