La aparición de la Covid-19 y los posteriores años de adaptación a la vida normal han puesto de relieve la importancia de invertir en un sector como el sanitario, ya que las consecuencias tanto para bien como para mal se observan en la salud de la población. En el caso de España esta necesidad va acompañada de una sociedad que por sus características físicas, por la edad media de los habitantes, y mentales, por el estilo de vida, suponen un caldo de cultivo muy llamativo para aumentar la inversión.
En el caso del envejecimiento de la población, es un factor que se puede observar muy claramente en España, al tratarse del cuarto país con mayor media de esperanza de vida en todo el mundo con 83,6 años, según los datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una cifra que unida a la distribución de población por edades, donde la mayor concentración de españoles, cerca de 20 millones en base a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se encuentra entre las franjas de 40 a 64 años, vaticina que durante las próximas décadas España será un país repleto de gente en la tercera edad y que por lo tanto necesitarán de asistencia médica recurrente.
El problema surge a la hora de analizar el dinero que gasta el país en la actualidad en torno a la salud, ya que viendo el panorama que se plantea en los próximos años el gato debería aumentar de la mano y proporcionalmente con el número de personas mayores en España. A día de hoy, según el Ministerio de Sanidad, el gasto sanitario público del país asciende a los 90.317 millones de euros, 1.907 euros por habitante. Una cifra que ha ido creciendo en comparación con años anteriores y con otros países de la Unión Europea pero que podría llegar a quedarse corta en un futuro cercano.
España se caracteriza por acumular una gran parte de su población en una edad adulta avanzada que en general tampoco se interesa por llevar unos hábitos de vida saludable, todo ello deja un escenario en el que será necesario invertir más dinero
Otro de los puntos que influyen sobre la pregunta de por qué invertir en el sector sanitario es el estilo de vida, puesto que todas las actividades y hábitos que se llevan a cabo en la actualidad tienen consecuencias en el futuro. Uno de los ejemplos más claros es el consumo de tabacoque acaba provocando en la mayoría de los casos enfermedades muy duras e incluso la muerte, por ello se convierten en muy necesarias las campañas de concienciación y las leyes en contra del tabaco. Sucede de manera muy parecida con la obesidad o la adicción, problemas que suponen una carga en la actualidad y que si no se invierte para terminar con ellos lo acabarán siendo en el futuro.
Por último, un factor decisivo para invertir en salud y muy relacionado con los anteriores, se encuentra el desarrollo tecnológico. Con el paso de los años la tecnología médica es cada vez más innovadora y esto impulsa de nuevo a una mejora de la esperanza de vida y por lo tanto a la evolución demográfica del país. En definitiva, España se caracteriza por acumular una gran parte de su población en una edad adulta avanzada que en general tampoco se interesa por llevar unos hábitos de vida saludable, todo ello, unido al desarrollo de la tecnología sanitaria deja un escenario en el que será necesario invertir más dinero para poder hacer frente a un aumento de la demanda de los servicios tanto por el número de personas como por el estado de estas.