Con casi 140 años de historia, Boehringer Ingelheim se ha consolidado como una de las 20 compañías farmacéuticas más importantes del mundo, destacando por su liderazgo en innovación, sostenibilidad y compromiso con la salud humana y animal. Un recorrido que la compañía alemana ha realizado con una apuesta firme en España, donde llegó hace 72 años, situando al país como un pilar estratégico en su red global de producción y desarrollo.
Desde entonces, la industria farmacéutica se ha consolidado como uno de los motores económicos de España, representando el 20% de toda la inversión en I+D industrial del país. En 2023, el sector alcanzó un nuevo récord con una inversión cercana a 1.400 millones de euros en investigación y desarrollo, lo que supone un incremento del 10% respecto al año anterior. Además, la industria farmacéutica es el tercer sector que más exporta de la economía española, con un valor superior a 24.000 millones de euros, fortaleciendo su papel clave en el crecimiento económico y en la generación de empleo de alta cualificación.
Para Boehringer Ingelheim, España es un hub estratégico. Actualmente la compañía cuenta con más de 1.600 trabajadores y colaboradores de 40 nacionalidades en el país. Aquí alberga sus oficinas centrales en Sant Cugat del Vallès, Barcelona, donde también se encuentran dos plantas de producción de referencia internacional, dos unidades de I+D y tres hubs globales especializados en tecnología, servicios digitales y asuntos regulatorios.
LAS PLANTAS DE PRODUCCIÓN ESPAÑOLAS, ‘SITE’ ESTRATÉGICO
Las plantas de producción en Sant Cugat se caracterizan por su tecnología de última generación y su papel clave en el suministro global. Una de ellas está dedicada la producción de cartuchos asépticos y el envasado del innovador inhalador Respimat, utilizado en enfermedades respiratorias como la EPOC y el asma. Este dispositivo recargable, el primero de estetipo en España, permite a los pacientes reducir el uso de plásticos al pasar de 12 a solo 2 inhaladores al año, contribuyendo así a la sostenibilidad ambiental. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en 2023 reconoció a la planta que produce Respimat como centro alternativo para el mercado estadounidense, lo que permite garantizar la producción y suministro del inhalador para el tratamiento de enfermedades respiratorias como la EPOC y el asma, asegurando así la continuidad en la distribución de dicho inhalador.
La otra planta se centra en la fabricación de comprimidos e inyectables, entre los que se encuentra Jardiance (empagliflozina). Tal y como ha anunciado la compañía esta semana, la FDA ha otorgado la aprobación para producir este fármaco en su planta de Sant Cugat del Vallès para su posterior comercialización en el mercado estadounidense desde España.
"Es un reconocimiento a nuestra excelencia operativa y al compromiso de nuestro equipo con la calidad"
La reciente aprobación para la producción de empagliflozina “es un reconocimiento a nuestra excelencia operativa y al compromiso de nuestro equipo con la calidad, capaz de cumplir los más exigentes estándares regulatorios”, ha afirmado Mercè Morell, directora de Producción Farmacéutica de Boehringer Ingelheim España. La aprobación, que se suma a la certificación obtenida en verano de 2024 por parte de la Unión Europea y Reino Unido, integra el centro de Sant Cugat en una red global de once plantas destinadas a alcanzar el suministro global del fármaco. Ello, en palabras de Morell, “contribuye a ayudar a las personas con enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas”.
Esta planta, que ha recibido una inversión de 17 millones de euros destinada a tecnología avanzada, prevé exportar más de 1.000 millones de unidades anuales a Europa y Estados Unidos en 2025, consolidándose como un centro estratégico para la red global de la compañía.
Como indican desde Boehringer Ingelheim, este reconocimiento y el de Respimat no solo demuestran los altos estándares de calidad y eficiencia tecnológica de las instalaciones españolas, “sino que también consolida a España como un socio clave en la cadena global de suministro de la compañía, respondiendo a la creciente demanda de tratamientos innovadores en el mercado internacional”. No en vano, desde Sant Cugat se exporta a 80 países.
Para seguir con ese impulso, la compañía continúa invirtiendo en infraestructura para fortalecer su capacidad de producción. Desde 2017, ha destinado más de 224,5 millones de euros en sus plantas, con una proyección de 93,4 millones adicionales hasta 2027. De esta forma, Boehringer Ingelheim mantiene su apuesta por España, con una inversión constante en innovación y tecnología, y una sólida colaboración público-privada, asentando al país como un hub clave en producción y desarrollo biomédico.