Durante el congreso organizado por la Asociación Española de Empresas de Biotecnología (ASEBIO), Biospain, la compañía Merck llevó a cabo la mesa redonda “Impulsar la industria innovadora para lograr la Autonomía Estratégica Europea”.
La compañía, con más de 350 años de historia y la misión de crear productos y soluciones innovadoras que mejoren la vida y la salud de las personas, ha apuntado el gran reto que se vuelve necesario afrontar en España. Concretamente, Elisa Díaz, ‘Public affairs and Policy Head’ de Merck en España, en una entrevista a Salud35 apunta que “tenemos un problema crónico en Europa. Vivimos momentos de escasez a causa de nuestra dependencia en las importaciones de otros países y territorios como China”.
En los últimos 20 años, Europa ha perdido su competitividad como sede de la inversión en I+D+i, cayendo un 10% del 2001 al 2020, frente a otros países como Estado Unidos, China o Japón. Según datos aportados por la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA), solamente un 22% de los nuevos tratamientos proceden de la UE, mientras que el 48% proviene de los Estados Unidos.
Desde Merck, frente a la necesidad de recuperar el tiempo y terreno perdido, se han enfocado en tres líneas de acción para contribuir a la autonomía estratégica de Europa según declara Elisa Díaz: “Eliminar regulaciones innecesarias y armonizar las normativas, reducir las cargas administrativas para aumentar la agilidad en la respuesta a las necesidades médicas no cubiertas, y eliminar las barreras a la inversión”.
“Las instituciones públicas y la industria farmacéutica remamos en la misma dirección”
Ante un futuro plagado de incertidumbre y peligros, Merck aclara que Europa tiene que saber ser resiliente y promover, más si cabe, su enorme potencial para mantener la competitividad de la industria. El diálogo entre la industria y la política es una de las claves para lograr la autonomía estratégica europea. “No solo es posible, sino que es necesario, ya que la salud es un asunto de Estado y, por tanto, las instituciones públicas y la industria farmacéutica remamos en la misma dirección”, indica Elisa Díaz.
La compañía se siente muy agradecida de participar en un evento de tales características, que define como “una plataforma de referencia en Europa para la difusión del conocimiento científico y los últimos avances en el campo de la biotecnología”. En su caso, apunta que desde Merck esperan que esta edición haya servido para seguir impulsando la colaboración entre todos para ayudar a acelerar los procesos de I+D.