La jornada europea Agnostic Tumor Oncology, organizada por la Fundación para la Excelencia y Calidad en la Oncología (ECO), estuvo marcada por los avances en la investigación del cáncer en los últimos años y la aparición de los medicamentos capaces de actuar sobre las dianas terapéuticas. La conocida como medicina personalizada o de precisión consigue el uso del tratamiento más efectivo en función de las características individuales de cada paciente.
Durante la jornada destacaron los avances en los tratamientos para tumores agnósticos, unos fármacos desarrollados para actuar en función de una alteración molecular concreta con independencia de que el tumor primario haya aparecido en un órgano u otro del cuerpo.
La directora del Departamento de Acceso de Farmaindustria, Isabel Pineros, destaca que estas terapias están suponiendo un gran desafío. “Actualmente hay cuatro tratamientos para tumores agnósticos aprobados en Europa y presentados para su comercialización en España entre 2019 y 2021 que aún no han conseguidoobtener financiación en nuestro país y estar a disposición de los pacientes”, afirma.
Hay cuatro tratamientos para tumores agnósticos aprobados en Europa y presentados para su comercialización en España entre 2019 y 2021 que aún no han conseguido obtener financiación
El primer desafío se centra en la evaluación de los propios ensayosclínicos, que tal y como explica Pineros, tienen una pequeña población de pacientes en los que el criterio de inclusión es la presencia del biomarcador específico y suelen ser pacientes que han agotado otras alternativas. En cuanto a la autorización, la agencia reguladora sí entendió que se trata de medicamentos diferentes y que la evidencia que aportan es distinta. “Por eso, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) les ha concedido una autorización condicional, que cumple las premisas de seguridad, calidad y eficacia y por tanto concluyen con un balance favorable de beneficio-riesgo”.
El punto en el que se detiene Isabel Pineros es en la fase de financiación, en el que recalca que existe una diferencia entre países, ya que algunos ponen más énfasis en los resultados clínicos y la evaluación de beneficios clínicos comparativos, mientras que otros, como España, se centran más en el coste-efectividad. Como solución, la experta de Farmaindustra considera necesario establecer un modelo de financiación específico y un precio de las innovaciones que combine una metodología de evaluación con criterios claros, con el manejo de la incertidumbre terapéutica y económica, y la contribución a la sostenibilidad del sistema sanitario con los distintos acuerdos entre la Administración y las compañías.
“También sería necesario establecer un modelo de aprobación para estas nuevas indicaciones. Cada nueva indicación debe pasar de nuevo por el proceso de financiación, incluyendo la realización de un nuevo Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT) para cada una de las indicaciones, y no existe un criterio claro para que las compañías puedan tener incluidas las indicaciones en la prestación farmacéutica”, concluye.