La inteligencia artificial en las instalaciones de GSK en Aranda del Duero actúa como un aliado clave en la identificación de patrones de comportamiento de riesgo y situaciones que podrían derivar en accidentes. Mediante un sistema entrenado para analizar imágenes en tiempo real, la IA detecta movimientos o acciones inseguras en áreas críticas como escaleras, emitiendo alertas inmediatas tanto al equipo de seguridad como a las personas involucradas.
Así lo ha explicado José Luis Parriego, responsable de fabricación inteligente y GPS de GSK Aranda, en una entrevista en Salud35, donde ha destacado que este enfoque proactivo ha logrado una reducción del 80% en comportamientos de riesgo, consolidando una cultura de prevención y mejorando significativamente la seguridad en los centros de producción.
¿De qué manera la IA ayuda a identificar patrones de comportamiento o situaciones que podrían derivar en incidentes, y cómo facilita esto la intervención preventiva por parte del equipo de seguridad?
La IA en GSK Aranda está diseñada para identificar y prevenir accidentes, por ejemplo, en zonas de escaleras, a través de un entrenamiento específico de modelos que hemos desarrollado internamente.
Gracias a este entrenamiento, el sistema de IA puede reconocer automáticamente los comportamientos de riesgo en tiempo real mediante cámaras de seguridad y, al detectar una situación potencialmente insegura, emitir alertas inmediatas, avisando a la persona involucrada para que corrija su comportamiento y tome las medidas necesarias. Esta intervención preventiva supone una herramienta poderosa para mitigar riesgos antes de que se conviertan en accidentes.
Tras casi un año desde la implementación de esta tecnología, hemos observado una reducción del 80% en comportamientos inseguros, lo que subraya el impacto positivo de la IA.
¿Qué impacto ha tenido la IA en la reducción de accidentes o en la mejora de los tiempos de respuesta ante posibles emergencias dentro de los centros de producción?
En GSK, nuestro enfoque es siempre preventivo: trabajamos para corregir comportamientos de riesgo e identificar posibles situaciones peligrosas, manteniendo una mentalidad de mejora continua.
Este uso de la IA contribuye a consolidar una cultura preventiva
La inteligencia artificial refuerza esta filosofía al generar alertas automáticas en tiempo real, lo que permite una intervención rápida y eficaz. Gracias a estas alertas, se puede corregir un comportamiento concreto o avisar al equipo de seguridad para que responda de manera inmediata ante cualquier incidente, minimizando riesgos y protegiendo a nuestras personas de manera proactiva.
Este uso de la IA no solo mejora la seguridad en nuestras instalaciones, sino que también contribuye a consolidar una cultura preventiva, alineada con nuestro compromiso de cuidar a las personas y mantener un entorno laboral seguro y confiable.
¿Cómo se gestionan y protegen los datos de los empleados recopilados a través de sistemas de IA que monitorean la seguridad, y qué medidas se toman para garantizar la privacidad?
La protección de las personas que trabajan en nuestro centro de producción es fundamental. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad están orientadas exclusivamente a fines de seguridad y prevención de riesgos, sin almacenar ninguna imagen de forma permanente ni identificar a las personas de manera individual. La IA no busca identificar personas, sino generar una nube de puntos, un punto por cada articulación, que por su composición determine que se trata de una persona y a partir de ahí ver cómo se mueven esos puntos para identificar riesgos.
¿En qué medida se espera que la inteligencia artificial reduzca la exposición de los empleados a situaciones de riesgo y mejore la seguridad general en los centros de producción de la compañía?
La inteligencia artificial es un componente estratégico en los esfuerzos de GSK por optimizar la seguridad y minimizar la exposición a riesgos. Los beneficios son claros: reducimos comportamientos inseguros, reforzamos prácticas correctas y avanzamos en la construcción de una cultura de seguridad basada en la mejora continua.
El futuro de la IA en GSK es prometedor. Su capacidad para detectar de manera proactiva y en tiempo real situaciones potencialmente inseguras, y generar alertas visuales y auditivas, abre una nueva perspectiva en la que las líneas de producción, la propia fábrica y los equipos podrán interactuar directamente con las personas, indicando de forma precisa qué está sucediendo, dónde y cómo. Este nivel de comunicación entre personas y máquinas fomenta una interacción más eficiente y ágil, fortaleciendo la seguridad y optimizando nuestros procesos. Es lo que llamamos “la fábrica visualmente inteligente”.