Los desabastecimientos de medicamentos son un problema complejo que responde a múltiples causas, que van desde la concentración de la fabricación de principio activo, excipientes y determinados medicamentos en unos pocos países a cambios en la demanda mundial, pasando por factores técnicos, logísticos y regulatorios.
Estos fallos en el suministro trascienden a España y están afectando a todos los Estados miembro de la Unión Europea (UE) con diferentes niveles de intensidad (en nuestro país los sufren aproximadamente un 3% de las 18.000 presentaciones comercializadas), lo que ha impulsado un posicionamiento conjunto de las principales asociaciones europeas que forman parte de la cadena de suministro de los medicamentos, como son la representante de la industria innovadora (Efpia), del autocuidado (Aesgp), de genéricos (Medicines for Europe), de exportadores (Eaepc), de mayoristas (GIRP), de farmacéuticos de la industria (GPIE) y de fabricantes de vacunas (Vaccines Europe).
El Plan de garantías de abastecimiento 2019-2022 contempla tres ejes de actuación: prevención, gestión e información de los problemas de suministro
Con este complejo contexto, la industria farmacéutica asentada en nuestro país, abanderada por Farmaindustria, ya viene trabajando en soluciones en este sentido colaborando de manera directa con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), a la que proporciona datos actualizados de los productos con problemas de suministro.
El Plan de garantías de abastecimiento 2019-2022 presentado por la Aemps el pasado mes de mayo, que contempla tres ejes de actuación (prevención, gestión e información de los problemas de suministro) es, asimismo, un instrumento adecuado para combatir la falta de determinados medicamentos en el mercado.
No en vano, y en paralelo a la estrategia del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, desde Farmaindustria se ha propuesto recuperar la fabricación nacional de algunos de estos principios activos y fármacos, una opción que también valora la Administración.
Esta producción nacional es una medida para resolver parte del problema de suministro, pero también supone una oportunidad para crear tejido productivo y empleo en España o fomentar la exportación, entre otras ventajas. Y en muchos casos hay que hablar de recuperar esa fabricación, puesto que se trata de medicamentos que en el pasado se fabricaban en nuestro país y que, debido a la progresiva reducción de precios y la necesidad de reducir a su vez costes de producción para poder seguir compitiendo, se han ido comprando a otros países proveedores.
Se antoja necesaria la colaboración de todos los agentes del sector farmacéutico (industria, distribución, farmacias, profesionales sanitarios y Administración) con el fin de dar solución a este fenómeno
Sin perder de vista que hoy por hoy no se trata de un problema de salud pública para la población (porque en la inmensa mayoría de los casos existen otras presentaciones de fármacos alternativos con la misma eficacia terapéutica), sí se antoja necesaria la colaboración de todos los agentes del sector farmacéutico (industria, distribución, farmacias, profesionales sanitarios y Administración) con el fin de dar solución a este fenómeno.
Esta estrategia de colaboración deseable para España es la que propone el posicionamiento europeo, en el que los firmantes se comprometen a evitar y mitigar el problema de la escasez de medicamentos.