Arranca 2020 para la industria farmacéutica. Lo hace a un ritmo vergitinoso y decidido. Con el foco puesto en mejorar sus capacidades a través de la investigación y el desarrollo (I+D) de nuevos y mejores medicamentos. Así lo asegura un informe de la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria), un documento que pone sobre la mesa la tendencia al alza año tras año.
En el ejercicio 2017, el último analizado, el gasto en I+D de la industria farmacéutica alcanzó un nuevo máximo histórico al destinar 1.147 millones de euros a estas actividades. Apenas cuatro años antes, en 2013, las inversiones no alcanzaron los 928 millones, es decir, una diferencia cercana a los 220 millones entre ambas fechas.
La industria farmacéutica empleó en 2017 a un total de 4.713 personas en tareas de investigación y desarrollo, la cifra más alta de los últimos ocho años
De igual modo, el gasto en I+D de la industria farmacéutica creció un 5,7% respecto al año anterior, consolidándose la tendencia alcista iniciada en 2014 con el inicio de la recuperación económica y la reactivación del gasto farmacéutico tras cuatro años de caídas y severos problemas en el sector (2010-2013).
Respecto a la evolución del personal en I+D, y tomando como referencia el histórico desde 2010 hasta 2017, la industria farmacéutica empleó en 2017 a un total de 4.713 personas en tareas de investigación y desarrollo, la cifra más alta de los últimos ocho años. De hecho, el empleo en I+D se ha incrementado un 7,1% en 2017, lo que supone el mayor crecimiento de los últimos trece años, reflejando la apuesta de la industria farmacéutica por la innovación, el empleo de calidad y la atracción de talento.
El 88% de los empleos en I+D de la industria farmacéutica corresponden a titulados superiores (licenciados y doctores), dos puntos más que el año anterior
No solo se han generado más empleos, apuntan desde Farmaindustria, sino que éstos son, además, de una mayor cualificación: el 88% de los empleos en I+D de la industria farmacéutica corresponden a titulados superiores (licenciados y doctores), dos puntos más que el año anterior.
La elevada cualificación constituye un elemento clave y diferencial del empleo en I+D de la industria farmacéutica: el porcentaje de titulados superiores alcanza ya el 88%, habiéndose reducido a la mitad el porcentaje de no titulados en los últimos 10 años.