El informe de perspectivas de la economía mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI), perteneciente a octubre, señalaba que la actividad económica mundial está marcada principalmente por la mayor inflación registrada en varias décadas. Entre las razones apuntan a la crisis del coste de vida, el endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la persistencia de la pandemia de COVID-19.
Ante este panorama, la industria farmacéutica ha conseguido mostrar su solidez y resistencia ante el impacto de los costes de la energía y el aumento de los precios. El subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, abordó el actual contexto de fuerte incremento de costes. “Las compañías están asumiendo en su totalidad estos sobrecostes, al ser el medicamento un producto intervenido. Sobre todo en algunos medicamentos estratégicos con márgenes muy estrechos”, apuntó Urzay en referencia a las consecuencias de la inflación sobre un sector marcado por los productos intervenidos pero con la suficiente fortaleza para poder hacer frente a los costes.
INDUSTRIA CONSOLIDADA
La industria farmacéutica es un sector con una actividad industrial muy potente que tiene un alto impacto enla inversión, la exportacióny elempleode España. Esto se puede observar en el valor de la producción de medicamentos, que asciende a los 16.000 millones de euros, o el alto nivel de internacionalización de las plantas españolas, que, según datos del INE y de la Secretaría de Estado de Comercio Exterior, superaría el 75% de la producción nacional. Ya en 2021, aumentó un 41% sus ventas al exterior, hasta alcanzar los 17.076 millones de euros, lo que supuso lograr el máximo histórico de las exportaciones del sector.
Las compañías están asumiendo en su totalidad estos sobrecostes, al ser el medicamento un producto intervenido
En cuanto al empleo, según el Estudio sobre la implantación industrial del sector farmacéutico en España, realizado por la consultora ManageArt para Farmaindustria, las plantas industriales de fabricación de medicamentos en España emplean de forma directa a 36.338 personas, con un crecimiento anual acumulado del 4,2% desde 2019. Además, la suma de los empleos indirectos e inducidos que genera esta industria por su elevado número de proveedores y servicios externalizados, contribuyen a un total de 183.506 personas en España.
En esta misma línea, la inversión continuada que realizan las compañías en sus plantas, con una media de casi mil millones de euros al año en los últimos cinco años, supone una buena base para afrontar situaciones adversas. “La industria farmacéutica es uno de los sectores de mayor oportunidad para España, tanto en el terreno de la investigación como en el de la producción. Y, como ya hemos trasladado al Gobierno, estamos en condiciones de impulsar la producción industrial en nuestro país”, afirmó Urzay.