Impulsar el crecimiento y el desarrollo económico de un país, promover la modernización de la industria local, mejorar la competitividad de las empresas, incentivar la inversión privada o fomentar el empleo de calidad son algunas de las ventajas que tienen las exportaciones para cualquier país. Una economía competitiva en los mercados exteriores es indicio de buena salud económica, de ahí la importancia de fomentar la actividad comercial hacia el exterior.
En este sentido, la industria farmacéutica que opera en España aumentó un 41% sus ventas al exterior en 2021, hasta alcanzar los 17.076 millones de euros, lo que supuso lograr el máximo histórico de las exportaciones del sector.
Así lo recoge la Memoria de Actividades en 2021 de Farmaindustria, publicada este lunes tras ser aprobada en la última Asamblea General Ordinaria de la Asociación. Esta cifra -que tiene un punto de coyuntural, en tanto responde en gran medida a las ventas de vacunas contra la Covid-19 producidas en nuestro país- se suma a los crecimientos sostenidos en los últimos años y sitúa a las exportaciones farmacéuticas en el 5,4% del total, con lo que los medicamentos son el cuarto producto más exportado del país.
Ese porcentaje del 5,4% asciende al 20,4% si nos referimos sólo a los productos de alta tecnología. La industria farmacéutica es la más importante en este ámbito junto a la aeroespacial.
Las compañías farmacéuticas fueron responsables del 19,6% del total de la inversión industrial en I+D
Otra cifra que muestra el liderazgo del sector en este campo es la competitividad exterior: las exportaciones por empleado alcanzan un valor de 247.000 euros, más del doble de la media de los sectores industriales.
Además del crecimiento en exportaciones, la Memoria también recoge que las compañías farmacéuticas fueron responsables del 19,6% del total de la inversión industrial en I+D, lo que coloca al sector sólo por detrás del automóvil en este ámbito. Es un dato especialmente relevante si se tiene en cuenta que la cifra de negocio de las compañías farmacéuticas únicamente supone el 2,3% del total de la industria española, por lo que está a la cabeza en intensidad en I+D (inversión en I+D sobre cifra de negocios).
De igual modo, es también el sector que más empleo genera en investigación en nuestro país, con 6.062 profesionales dedicados a estas tareas. Además, dos terceras partes de estos puestos corresponden a mujeres (4.060), por lo que una cada de cuatro investigadoras empleadas hoy en la industria en España trabaja en compañías farmacéuticas.
SECTOR CLAVE PARA LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL TAMBIÉN EN EUROPA
De igual modo, según los datos del último informe con los principales indicadores del sector, publicado por la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia) -a la que pertenece Farmaindustria-, las exportaciones de la industria farmacéutica europea se han multiplicado por seis en las últimas dos décadas.
En concreto, la cifra de exportación alcanzó los 550.000 millones de euros en 2021 y, en su conjunto, el sector aportó más de 175.000 millones de euros a la balanza comercial de la Unión Europea de los 27, la más alta generada con respecto a todos los sectores basados en la investigación.
Pero no solo en las exportaciones, en los últimos 21 años, la evolución de la industria farmacéutica europea ha reafirmado que se trata de un sector clave para la recuperación económica y social de Europa. De hecho, las compañías farmacéuticas innovadoras conforman el sector de alta tecnología con mayor valor añadido por empleado en Europa y el que más inversión realiza en I+D respecto a sus ventas.
Otra cifra: la de producción, que se ha duplicado. La patronal de la industria farmacéutica innovadora europea estima que superó los 310.000 millones de euros el pasado año.
Estos no son los únicos datos que recoge el informe y que posicionan a la industria como un sector estratégico en la recuperación económica. Por ejemplo, la inversión en I+D del sector alcanzó los 41.500 millones de euros en 2021, una cifra que duplica a la registrada en el 2000.
Una inversión creciente que lleva aparejada la creación de empleo. Según el informe, el sector empleó directamente a unas 840.000 personas en toda la región, de las cuales 125.000 desarrollan su labor en los departamentos de I+D de las compañías.