El cáncer de próstata es en la actualidad la segunda causa de muerte por cáncer en los varones en España. Cada año se diagnostican más de 13.000 nuevos casos. Sin embargo, el especialista en oncología radioterápica del Hospital HM San Francisco de León, el doctor Justo García Ugidos, destaca que “el 85 % de los casos de cáncer de próstata son órgano-confinados, es decir, que no están diseminados a los ganglios pélvicos ni tienen metástasis a distancia en el momento del diagnóstico”. Por ello resulta esencial recibir el tratamiento adecuado y, para eso, en HM Hospitales se utilizan diferentes criterios clínicos que ayudan a clasificar el riesgo de la enfermedad y ofrecer el mejor tratamiento en cada caso.
Según el doctor García Ugidos, la radioterapia externa es adecuada “como tratamiento único en pacientes de bajo riesgo o combinado con las otras modalidades terapéuticas, como la hormonoterapia y la braquiterapia, en pacientes de riesgo intermedio o alto”. En los últimos años, la radioterapia ha evolucionado mucho gracias a sistemas de planeamiento más modernos, métodos de imagen más completos y equipamientos más sofisticados.
En esta evolución destaca sobre todo el paso de la radioterapia simple o conformacional a nuevas técnicas como son la IMRT, radioterapia de intensidad modulada, o la IGRT, radioterapia guiada por la imagen, que permiten realizar tratamientos “más precisos, consiguiendo aumentar la dosis depositada en los tumores y al mismo tiempo proteger los órganos sanos adyacentes”, apunta el especialista del Hospital HM San Francisco.
La braquiterapia prostática ofrece múltiples ventajas, como menor riesgo de efectos secundarios importantes para la calidad de vida del paciente
En la actualidad existen dos modalidades de aplicación de la radioterapia: radioterapia externa y braquiterapia. La primera de ellas consiste en administrar las radiaciones desde el exterior del paciente utilizando equipamiento generador de radiaciones. Por su parte, en la braquiterapia la radiación se administra mediante la colocación permanente o temporal de fuentes de material radiactivo en el interior del paciente.
VENTAJAS DE LA BRAQUITERAPIA PROSTÁTICA
En algunos centros de HM Hospitales, como en el Hospital HM San Francisco de León, se está llevando a cabo una técnica denominada LDR braqui de baja tasa de dosis o implante permanente de semillas radioactivas de Iodo 125. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que consiste en implantar dentro de la próstata, a través del perineo y guiadas por ecografía transrectal, un determinado número de fuentes radioactivas (semillas) que tratarán el tumor. La intervención se realiza en quirófano bajo anestesia parcial y suele durar entre 60 y 75 minutos.
La braquiterapia prostática ofrece múltiples ventajas respecto a la cirugía, “ya que hay menor riesgo quirúrgico y menor riesgo de efectos secundarios importantes para la calidad de vida del paciente como son la incontinencia urinaria y la impotencia”, explica el doctor. Respecto a la radioterapia externa, la braquiterapia supone un tratamiento único tras el cual, en 24 horas, el paciente recupera su actividad normal, mientras que en la radioterapia externa se necesita tratamiento diario durante siete u ocho semanas. Asimismo, la braquiterapia ofrece mayor protección a los órganos sanos adyacentes a la próstata.
FUTURO DE LA RADIOTERAPIA
Los próximos avances en la radioterapia externa consistirán en utilizar diferentes esquemas de fraccionamiento, los llamados hipofraccionamiento moderado (2.4 - 4 Gy por fracción) y el ultra hipofraccionamiento, lo que supondría disminuir el número de fracciones, aumentando la dosis por fracción. Estos nuevos esquemas de tratamiento, además de los previsibles beneficios terapéuticos, reducirán considerablemente la duración total del tratamiento, que podría pasar de las 8 semanas actuales a 5 con el hipofraccionamientomoderado, o incluso a 1 o 2 con el ultra.
Por su parte, el gran avance de la braquiterapia está en el tratamiento focal, ya que las nuevas técnicas de diagnóstico y fusión de imagen consiguen identificar de una forma más exacta el tumor-foco o focos más activos dentro de la próstata, permitiendo actuar en la zona tumoral y preservando el resto del órgano, lo que implica menos efectos secundarios.