La compañía biofarmacéutica GSK, que persigue el objetivo de lograr un impacto positivo en la salud de más de 2.500 millones de personas para finales de 2030, ha registrado un gran año tanto a nivel global como en España. Prueba de ello es que han consolidado su inversión en el país con más de 50 millones de euros de media al año en I+D y han continuado con el compromiso con la investigación clínica, siendo España el segundo país con más importancia dentro de los más de 80 donde opera la compañía.
Precisamente la presidenta y consejera delegada de GSK España, Cristina Henríquez de Luna, explica en una entrevista para Salud35 lo satisfechos que se encuentran con el progreso en el objetivo de impactar positivamente en la salud de las personas “gracias a nuestra inversión continua en I+D y en el desarrollo de vacunas y medicamentos innovadores”, añade.
A la hora de analizar este productivo 2023, Henríquez de Luna no duda en destacar el importante hito publicado en la prestigiosa revista ‘Science’. De la mano de los trabajadores de Salud Global en el área de malaria de su centro de I+D, han descubierto cómo una molécula producida por una cepa específica de la bacteria (Delftia tsuruhatensis TC1), que está presente de manera natural en el medioambiente, detiene el desarrollo del parásito de la malaria sin ningún tipo de manipulación genética por parte de humanos.
“Además, los investigadores han realizado con éxito una simulación con un primer ensayo piloto “de campo” en Burkina Faso. Aún es pronto y los plazos en investigación son largos, pero se seguirán realizando experimentos adicionales para probar la seguridad de esta posible nueva solución”, aclara.
Cristina Henríquez de Luna explica lo satisfechos que se encuentran con el progreso en el objetivo de impactar positivamente en la salud de las personas
En esta misma línea de “constante trabajo en I+D” GSK ha cosechado múltiples logros, como la autorización de comercialización en Europa de la vacuna frente al virus respiratorio sincitial (VRS) para adultos mayores, la extensión de la indicación a primera línea de la inmunoterapia para el cáncer de endometrio o el visto bueno del CHMP de la EMA para el medicamento para la mielofibrosis en pacientes con anemia. Según apunta la presidenta y consejera delegada, la mayoría de los pacientes con este tipo de cáncer de sangre, desarrollan anemia y provocan una discontinuación de tratamientos.
Por parte de España, GSK ha conseguido que se incorporen dos de sus vacunas al Calendario Nacional de Inmunización para toda la vida, una para la prevención de la meningitis B y otra para el herpes zóster en adultos mayores. Además de la aprobación en abril del tratamiento para el cáncer de endometrio en recaída o avanzado con un perfil molecular determinado, y la comercialización del tratamiento del asma grave eosinofílica en tres nuevas indicaciones.
En relación a ViiV Healthcare, la compañía especializada al 100% en VIH y de la que GSK es socio mayoritario, esta ha conseguido comercializar en España el primer régimen completo de comprimido único dispersable para niños que sufren esta enfermedad. Según explica Henríquez de Luna, permite la continuidad en la pauta desde la niñez, a lo largo de la adolescencia y hasta la edad adulta, “un hito muy importante porque ofrece una alternativa terapéutica más a los niños con esta terrible infección”.
SOSTENIBILIDAD COMO EJE CONDUCTOR
A la hora de hablar sobre el trabajo llevado a cabo por GSK es imposible no mencionar sus proyectos relacionados con la sostenibilidad. La presidenta y consejera delegada de GSK España explica que durante este año han avanzado para lograr los objetivos de sostenibilidad ambiental para 2030 y 2045, siendo reconocidos por Standar&Poors y el Dow Jones Sustainability Index en su última edición.
“Como proyecto clave que nos ayudará a alcanzar estas ambiciosas metas, recientemente hemos anunciado el avance a fase III de desarrollo de nuestro Ventolin bajo en emisiones de carbono, que cuenta con una nueva generación de gas propelente que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en, aproximadamente, un 90%”, indica Henríquez.
“Para alcanzar nuestro objetivo de impactar positivamente en la salud de más de 2.500 millones de personas para el año 2030, lo primero que tenemos que hacer como compañía es cuidar de nuestro entorno"
En esta misma línea, la biofarmacéutica ha aumentado claramente su inversión en temas relacionados con la sostenibilidad, como los 4 millones de euros en la instalación de 6.000 placas solares en la fábrica de Aranda de Duero con las que generarán más de 5.700 MWh al año en energía renovable, lo que supone un 30% del consumo de la fábrica y una reducción de 1.500 toneladas de CO2.
“Para alcanzar nuestro objetivo de impactar positivamente en la salud de más de 2.500 millones de personas para el año 2030, lo primero que tenemos que hacer como compañía es cuidar de nuestro entorno, porque sin un planeta sano no habrá personas sanas en un futuro”, concluye la presidenta y consejera delegada.