Nuevo varapalo para Grifols. La compañía Cerus Corporation ha demandado a la farmacéutica por el cierre de su negocio de venta de bolsas de sangre.
Según ha publicado ‘El Economista’, la compañía norteamericana inició un procedimiento en los juzgados de Rubí, en Barcelona, el pasado mes de enero en el que pedía de manera cautelar que se suspendiera el cierre del negocio de bolsas de sangre.
Del mismo modo, inició un arbitraje en el Reino Unido alegando que Grifols finiquitó el contrato de “manera negligente”.
Ahora, las dos compañías han solicitado que tanto el proceso en España como el británico se frenen hasta septiembre para buscar un acuerdo extrajudicial que agilice la compensación para la empresa estadounidense. Según ha explicado la empresa codirigida por Víctor y Raimon Grífols al medio citado, “ahora mismo existen negociaciones para alcanzar un pacto que mantenga su relación comercial bajo términos satisfactorios".
El cierre del negocio de bolsas también ha motivado un conflicto con la agencia del medicamento de Irak (Kimadia)
Sin embargo, Cerus no es el único cliente descontento con la decisión de la firma catalana. El cierre del negocio de bolsas también ha motivado un conflicto con la Agencia del Medicamento de Irak (Kimadia). La entidad había adjudicado a Grifols el suministro de estos artículos, pero una vez discontinuada la actividad se quedó sin proveedores. Por ello, la institución asiática exige una compensación y pretende sancionar a la compañía española.
Según la propia Grifols, existen negociaciones con Kimadia para evitar ir a los tribunales. No obstante, admite que las conversaciones "van muy lentas".
El pasado mes de noviembre, la farmacéutica catalana decidió dar carpetazo a su negocio de bolsas de sangre alegando que lo consideraba “una división no estratégica”.
El cierre de ese negocio en su planta de Murcia afectó al 50% de la plantilla ubicada en ese centro, con el despido de unos 165 empleados.