Las farmacéuticas en España han asumido un sobrecoste de 1.500 millones de euros en dos años

La industria farmacéutica ha sido uno de los sectores más afectados por el encarecimiento de los precios. Como razón principal, a diferencia de otras empresas, han tenido que absorber el aumento de sus costes sin poder repercutir en el precio de venta

Plantas de producción farmacéutica (Foto. Freepik)
Plantas de producción farmacéutica (Foto. Freepik)
7 junio 2023 | 00:00 h

Los años tras la pandemia han estado marcados económicamente por el aumento general de los precios, afectando claramente, a todos los sectores que forman la economía española. Entre ellos, se encuentra la industria farmacéutica, que incluso cuenta con la problemática añadida de que los precios están regulados por la Administración y los aumentos de costes recaen sobre las farmacéuticas, sin repercutir en los precios de venta final.

Esta es una de las principales conclusiones que ofrece el informe Impacto de la inflación en el sector farmacéutico español, de Analistas Financieros Internacionales (Afi) y Farmaindustria. Además, cuantifica en más de 1.500 millones de euros el sobrecoste que han asumido las compañías de este sector en los años 2021 y 2022 debido únicamente al aumento de los precios de la energía, el transporte marítimo y las materias primas.

Desde el Gobierno español y autoridades europeas han tratado de hacer frente a esta situación con diferentes medidas como la fijación de un límite en el precio del gas, sin embargo, la realidad ha terminado siendo otra. En términos generales, los precios aumentaron en España un 3,1% en 2021 en promedio respecto al año anterior, la mayor inflación en el país desde 2012. Pero esto no se quedó ahí, el 2022 se cerró con una tasa de inflación del 8,7%, la mayor desde 1986. En definitiva, el nivel de precios a diciembre de 2022 era un 12,6% superior al del mismo mes de 2020.

El precio de la energía ha sido el responsable de la mayoría del sobrecoste que han sufrido las farmacéuticas, ya que, por ello, también se incrementaron los precios de carburantes y combustibles

A la hora de explicar por qué terminó llegando el nivel de inflación hasta este punto surgen varios condicionantes. En primer lugar, el antes y después que supuso la pandemia de Covid-19 desde marzo de 2020, y como consecuencia llegaron las fricciones en las cadenas globales de valor desde comienzos de 2021. Un panorama muy negativo pero difícil de comparar con el posterior encarecimiento energético desde otoño de ese mismo año y el estallido de la guerra de Ucrania en febrero de 2022 que terminó aumentado tanto el precio de gas como el de la energía eléctrica.

Concretamente, el precio de la energía ha sido el responsable de la mayoría del sobrecoste que han sufrido las farmacéuticas, ya que, por ello, también se incrementaron los precios de carburantes y combustibles y, por lo tanto, el coste total del proceso del fármaco hasta su comercialización. Desde la producción de este mismo, influenciada por el precio de la energía, hasta la distribución, afectada por el coste del combustible.

Este estrecho vínculo entre la cotización del gas y la de otros bienes energéticos se tradujo en un contagio de las tensiones en el mercado del gas a los mercados eléctrico y petrolífero. Para enero de 2022, el precio del megavatio hora de luz en España ya era un 350% más caro respecto a enero de 2020, y la gasolina un 30% más cara.

CONSECUENCIAS

Entre las consecuencias más destacadas del incremento del precio se encuentra el aumento del coste de transformación en la industria manufacturera española en general, y en concreto, las plantas de fabricación de productos farmacéuticos. El informe señala que entre 2015 y 2020, el consumo energético de las plantas de producción de la industria farmacéutica osciló entre los 140 y los 200 millones de euros anuales, el equivalente al 2%-3% del total de consumos de materias primas y otros productos intermedios del sector. Lo que se traduce en una estimación del sobrecoste agregado para la industria de cerca de 820 millones de euros.

El informe explica que la cotización de las diferentes fuentes de energía se determina en los mercados internacionales, los costes de distribución, comercialización, el mix energético y los impuestos propician que la factura energética de las empresas varíe entre países

A diferencia de la industria farmacéutica, un gran número de empresas de diversos sectores sí que han modificado los precios en base a los costes generales. Otro inconveniente para el sector, que ha visto cómo se encarecen lasmaterias primas que utilizan y ellos no pueden variar el precio. En cifras, según datos de la consultora MANAGEART, los principios activos se han encarecido un 8,2% respecto a 2021. Por su parte, los excipientes, la sustancia que se mezcla con los principios activos para dar consistencia, forma o sabor, han incrementado su precio en un 12,7%.

Por último, como consecuencia más clara y que afecta más a la industria aparece la falta de competitividad. El informe de Afi explica que la cotización de las diferentes fuentes de energía se determina en los mercados internacionales, los costes de distribución, comercialización, el mix energético y los impuestos propician que la factura energética de las empresas varíe entre países. En este sentido, cualquier cambio puede alterar la competitividad precio de las exportaciones farmacéuticas españolas, ya que puede haberse encarecido más que sus principales competidores.

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