El pasado mes de Diciembre, el Consejo de Ministros aprobó, a propuesta de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, un nuevo gravamen sobre las bebidas azucaradas, como los refrescos, al considerar que por su carga en azúcar afectan negativamente a la elevada tasa de obesidad que hay en España, más aún entre los menores.
Según el ministro este nuevo impuesto servirá para reducir el consumo de refrescos y, por tanto, disminuir los niveles de obesidad de nuestro país.
Cabe preguntarse entonces, por qué la Administración ha decidido que recaiga todo el peso impositivo de esta tasa sobre las bebidas azucaradas y no sobre el chocolate, bollería industrial u otros alimentos que, según el Estudio Aladino, tienen mayor incidencia en la dieta diaria de los menores y en su índice de obesidad.
Además, desde el Senado se ha pedido al Gobierno que tome medidas y proponga una Ley contra la obesidad antes del verano, que siente las bases para la prevención y atención de la obesidad y el sobrepeso con especial atención al ámbito infantil.
En este sentido, hay que destacar los 200 millones de euros que Montoro espera recaudar con este impuesto y cuyo uso todavía no se ha definido; aunque si el propósito real es combatir la obesidad, esta cantidad de dinero debería ir destinada íntegramente a campañas para promover hábitos de vida saludable, ya que de lo contrario solo se vería como una herramienta con afán recaudatorio.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Según el ministro este nuevo impuesto servirá para reducir el consumo de refrescos y, por tanto, disminuir los niveles de obesidad de nuestro país.
"El 53% de los menores entre 6 y 9 años en España nunca toma refrescos"
Sin embargo, según el Estudio Aladino, elaborado por la Estrategia Naos (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), el 53% de los niños de entre 6 y 9 años en España nunca ha tomado refrescos; frente al 8,7% que nunca ha tomado bollería, galletas o donuts; o el 10% que nunca ha tomado chocolate.Cabe preguntarse entonces, por qué la Administración ha decidido que recaiga todo el peso impositivo de esta tasa sobre las bebidas azucaradas y no sobre el chocolate, bollería industrial u otros alimentos que, según el Estudio Aladino, tienen mayor incidencia en la dieta diaria de los menores y en su índice de obesidad.
Además, desde el Senado se ha pedido al Gobierno que tome medidas y proponga una Ley contra la obesidad antes del verano, que siente las bases para la prevención y atención de la obesidad y el sobrepeso con especial atención al ámbito infantil.
En este sentido, hay que destacar los 200 millones de euros que Montoro espera recaudar con este impuesto y cuyo uso todavía no se ha definido; aunque si el propósito real es combatir la obesidad, esta cantidad de dinero debería ir destinada íntegramente a campañas para promover hábitos de vida saludable, ya que de lo contrario solo se vería como una herramienta con afán recaudatorio.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es