La responsabilidad social corporativa (RSC) se trata del compromiso de las empresas con la sociedad, el medioambiente, la economía, las relaciones con los empleados y la ética. Iniciativas voluntarias que se rigen bajo ciertas reglas y van más allá de las obligaciones legales de las compañías.
En los últimos años se ha observado una tendencia creciente en el número de iniciativas englobadas en la RSC, como por ejemplo la farmacéutica británica GSK. Según explica Guillermo de Juan, director en Europa de relaciones institucionales y comunicación de la compañía, una de las iniciativas más llamativas se centra en dar respuesta a la muerte de 15.000 niños menores de cinco años de la mano de Save the Children, y a través de la vacunación de los llamados “dosis cero”.
“Las vacunas son una de las intervenciones de salud de mayor impacto que existen, pero muchas familias no pueden acceder a ellas para beneficiarse de la protección que ofrecen”, indica.
"Queremos rebajar al máximo nuestra huella ambiental y fuimos una de las primeras compañías farmacéuticas en establecer ambiciosos objetivos medioambientales en 2010”
Además del compromiso de la farmacéutica con la población vulnerable, desde GSK apuntan que entienden la RSC como “algo transversal”, es decir, dirigido a muchas áreas como pueden ser la igualdad y diversidad, la salid y bienestar o la promoción del talento joven.
Sin embargo, uno de los temas principales en torno a los que giran la mayoría de los proyectos RSC es el cuidado del medioambiente. Guillermo de Juan apunta que en GSK cuentan con un motor muy claro que les mueve e ilusiona día tras día, “impactar positivamente en la salud de más de 2.500 millones de personas para finales del año 2030”. Esto no sería posible sin cuidar también la salud del planeta, lo que se conoce como el enfoque “One Health", un concepto que ha adquirido un papel muy importante.
“La preocupación por la sostenibilidad forma parte del ADN de GSK desde hace tiempo en todos los sentidos. Queremos rebajar al máximo nuestra huella ambiental y fuimos una de las primeras compañías farmacéuticas en establecer ambiciosos objetivos medioambientales en 2010”, indica De Juan. Desde ese momento, han conseguido que, en todas sus operaciones, se reduzcan las emisiones de carbono en un 34%, los residuos vertederos en un 78% y el uso total del agua en un 31%.