La mañana de un jueves de enero de 2016, las nueve clínicas Funnydent, situadas en Madrid y Barcelona, amanecieron con las puertas cerradas. Cristóbal López Vivar, dueño de las clínicas, se fugaba dejando tirados a sus trabajadores y pacientes. Cientos de empleados sin cobrar, sin explicaciones y sin trabajo; y cientos de pacientes con tratamientos a medias, algunos de ellos financiados de hasta 12.000 euros.
El empresario fue detenido por un presunto delito de estafa de 8,8 millones de euros a más de 2.400 pacientes. Sin embargo, un año después de su detención, el Juzgado de Instrucción número 4 de Navalcarnero (Madrid) confirmó el archivo de la causa contra López Vivar, al no apreciar indicio alguno de estafa sino más bien de "una pésima gestión empresarial".
No obstante, parece que López Vivar no escarmienta y se ha lanzado de nuevo al negocio dental. El empresario ha publicado varios mensajes a través de su perfil de Linkedin. En uno de ellos, López Vivar dice "estar buscando socios o inversores para montar una cadena dental por toda España".
López Viva busca socios o inversores para montar una cadena dental por toda España
Además, el propietario de las clínicas Funnydent ha asegurado tener la información, los conocimientos y los contactos para "dar productos de primera calidad a unos precios inmejorables y ayudar a las clínicas a subir su facturación".
De igual modo, por su experiencia, se ha ofrecido a "montar una clínica entera, entregando las llaves con documentación y preparada para abrir sin tener que hacer el cliente ninguna gestión", así como a "cambiar la imagen de la clínica".
"Puedo conseguir mejores precios en primeras marcas, tanto en fungible e implantes, como en todo lo que necesite", ha sentenciado López Vivar.
Tras la quiebra de sus clínicas, ¿se atreverá de nuevo López Vivar a volver a crear su propia marca?