El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) ha presentado el Estudio RESA-Resultados en Salud 2017, una publicación que, por sexto año consecutivo y con creciente representatividad año a año, mide, a través de 61 indicadores, la eficiencia, accesibilidad, resolución asistencial, calidad y seguridad del paciente del sector sanitario privado. Con datos de 284 centros (+98 de reproducción asistida), ofrece información del 73% de las altas y del 69% de las urgencias de la sanidad privada, habiendo crecido el número de centros en un 70% desde la primera edición del informe, en el año 2012. Los resultados se han hecho públicos en el marco de una jornada que ha sido clausurada por el secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, José Javier Castrodeza.
Según Adolfo Fernández-Valmayor, secretario general de la Fundación IDIS, “más allá del número creciente de centros, que es importante, hay que destacar la incorporación en el RESA 2017 de un conjunto de indicadores que son publicados desde hace unos años por los observatorios de la sanidad pública de la Comunidad de Madrid y de Cataluña y que consolidan y reafirman los niveles de calidad técnica y organizativa de la sanidad privada, con datos similares o mejores que los de dos de las redes públicas más desarrolladas del país”.
Y es que, la afirmación de que la sanidad privada es eficiente no es nueva; sin embargo, tal y como asegura Manuel Vilches, director general de IDIS, “los datos de este año en esa área nos ayudan a reiterarla”. Los niveles de eficiencia se miden en el RESA 2017 con tres indicadores. En primer lugar, se analiza la estancia media en el centro hospitalario, ajustada por casuística, que se sitúa en 3,38 días (siendo Oncología y Medicina Interna las especialidades con ingresos más largos y Cirugía General, Traumatología y Urología, las de estancias menos prolongadas).
Más allá del número creciente de centros, hay que destacar la incorporación en el RESA 2017 de un conjunto de indicadores que son publicados desde hace unos años por los observatorios de la sanidad pública de la Comunidad de Madrid y Cataluña
Por otra parte, se valora el número de días/horas que el paciente está ingresado antes de la cirugía, siendo de 0,31 días (8 horas), con un 90% de pacientes que ingresan entre las 6 y las 12 horas previas a la intervención, lo que permite la preparación sin causar estancias adicionales. “En esta edición el valor es incluso inferior al de las anteriores (en los últimos 4 años se ha mantenido entre los 0,31 días y los 0,41 de 2015), siendo por tanto un dato de eficiencia claro. Y, por último, se evalúa el nivel de ambulatorización existente en la cirugía, un indicador en el que este año se observa un incremento del 7% con respecto a la edición anterior, superando el 55%. “Se trata de un dato excelente, sobre todo teniendo en cuenta que en la sanidad privada un gran número de cirugías se realiza por la tarde, lo que hace que, en muchas ocasiones,los pacientes tengan que pernoctar en el centro sanitario”, añade el director general de IDIS.
En cuanto al estudio sobre la accesibilidad, está basado en los tiempos de espera para citación y entrega de informes de pruebas complementarias, citación para consultas de especialistas, atención en urgencias, espera media quirúrgica y tiempo medio transcurrido entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento en procesos oncológicos. 10 días para la realización de las mamografías, 9 para la resonancia magnética y 6 para el TAC (con 4 días de media para entrega de informes) son los resultados que se han obtenido este año en el análisis de los datos. Para Manuel Vilches, “la gran accesibilidad para las pruebas diagnósticas es manifiesta con estos niveles de espera obtenidos y teniendo en cuenta, además, que en más de un 30% de los casos las mamografías y resonancias magnéticas y en el 50 % de los TAC, las citaciones se producen en el mismo día”.
En el caso de la consulta para especialidades, la espera ronda las dos semanas (con la excepción de dermatología -18 días-) y, en urgencias, no llega a los 30 minutos. Esta cifra es especialmente relevante y representativa, si se tiene en cuenta que es la media de más de 4 millones de urgencias, un 56% más que en el año anterior. Para las intervenciones quirúrgicas, los resultados se mantienen e incluso mejoran con respecto al año anterior, situándose en menos de 29 días de media. Y, cuando se analiza el tiempo transcurrido desde el diagnóstico hasta el tratamiento del cáncer, se encuentra un tiempo medio inferior a las dos semanas en tumores de mama, colon y pulmón. “Se trata de una asistencia que, aunque no es de urgencia, sí requiere alta prioridad; por eso entendemos que se trata de un indicador muy relevante”.
APUESTA CLARA POR LA CALIDAD Y LA SEGURIDAD DEL PACIENTE
La resolución asistencial que se atribuye a la sanidad privada se justifica con datos como los porcentajes de retorno a urgencias en las 72 horas siguientes al alta por el mismo diagnóstico, que se cifra en un 3,4%; reingreso en hospitalización al mes del alta, en un 3,9%; y el reingreso por causas quirúrgicas a los 7 días, donde el porcentaje se limita al 0,9%. Estos datos, al compararlos con los de los observatorios de Madrid y Cataluña muestran unos excelentes resultados, en la misma línea que en estas comunidades, y siempre teniendo en cuenta la dificultad de comparar centros con perfiles de casuística diferente.
“Nuestra mayor satisfacción con este estudio es cómo los centros están trabajando de forma permanente en la mejora de la calidad y de la seguridad del paciente, con la implantación de políticas en esta área que, sin ninguna duda se identifican con los resultados obtenidos en el Estudio RESA 2017”, según ha indicado Luis Mayero, presidente de la Fundación IDIS. Así, se observa cómo el 85% de las áreas de los hospitales que participan en el estudio están acreditadas o certificadas y también cómo la gran mayoría de los centros tienen implantados procedimientos de seguridad.
El análisis de indicadores de mortalidad, que en este informe se presentan como ratios de supervivencia, arroja excelentes valores, similares a los de los observatorios de CatSalut y SERMAS, con tasas de supervivencia al alta por infarto agudo de miocardio de un 94,4%; por insuficiencia cardiaca, de un 96%; y por ictus, de un 86,7%. El indicador de sepsis postquirúrgica -0,36%- se encuentra también alineado con los de las principales redes asistenciales del país.
“En IDIS hemos considerado que la calidad asistencial -demostrada en el RESA- es la apuesta definitiva del sector para ofrecer al paciente un servicio adecuado a sus necesidades y para colaborar al mantenimiento del sistema sanitario global en las mejores condiciones, dentro de un marco de cooperación imprescindible para que la sanidad sea universal”, ha concluido el presidente de IDIS.