La compañía biofarmacéutica GSK, que persigue el objetivo de lograr un impacto positivo en la salud de más de 2.500 millones de personas para finales de 2030, ha registrado un gran 2023. Sin embargo, más allá de quedarse ahí, siguen con la prioridad de investigar en nuevas vacunas y medicamentos utilizando la ciencia del sistema inmunitario, la genética humana y las tecnologías avanzadas para encontrar soluciones a necesidades no cubiertas en enfermedades infecciosas, respiratorias, oncohematológicas y VIH.
Así lo explica la presidenta y consejera delegada de GSK España, Cristina Henríquez de Luna, en una entrevista para Salud35. Recalcando que esto les permitirá “seguir aumentando el número de activos en nuestro pipeline, actualmente compuesto por cerca de 70 moléculas en desarrollo”.
A nivel local, de Luna explica que uno de los principales objetivos de la compañía pasa por poner a disposición de los adultos mayores su vacuna frente al virus respiratorio sincitial (VRS), ya que tienen un alto riesgo de enfermedad grave debido a la disminución de la inmunidad asociada a la edad y las comorbilidades médicas subyacentes que pueden padecer. “Como compañía que aboga por la prevención, la mejor inversión para los pacientes, los sistemas sanitarios y las economías es adelantarse a las enfermedades, tanto a través de la vacunación como deteniendo o ralentizando sus consecuencias interviniendo antes y de forma más eficaz”, indica.
“También para el año que viene esperamos contar con nuestro tratamiento para la mielofibrosis en nuestro país. Y, como siempre, trabajaremos manteniendo nuestro compromiso de operar de manera responsable y sostenible"
En este sentido, la presidenta y consejera delegada reflexiona sobre el envejecimiento de la población, una inminente realidad que estará marcada por necesidades en salud más complejas a medida que aumenta la carga de las enfermedades crónicas. Además, resalta que en España, se estima que el gasto sanitario relacionado con el envejecimiento poblacional crecerá un 18% para el año 2035, lo que deja a las vacunas con un rol protagonista para aliviar este problema.
Ante esta situación, desde la biofarmacéutica destacan que la vacunación del adulto debe ser parte del “envejecimiento saludable o activo”, mediante la implementación de estrategias de vacunación y prevención de la salud, por ello, desde GSK están muy enfocados en este aspecto para el 2024. “También para el año que viene esperamos contar con nuestro tratamiento para la mielofibrosis en nuestro país. Y, como siempre, trabajaremos manteniendo nuestro compromiso de operar de manera responsable y sostenible priorizando la innovación, que es el motor que orienta a la compañía hacia el futuro”, añade de Luna.
En cuanto a los aprendizajes adquiridos en el último año, la presidenta y consejera delegada de GSK España recuerda que han reafirmado la importancia de la colaboración y del trabajo en equipo, comprobando que, al unir la experiencia de los empleados a la de expertos externos, la ciencia y la tecnología, están logrando grandes resultados. Como por ejemplo las colaboraciones estratégicas con otras compañías, como 23andMe, LifeMine Therapeutics y Tempus, además de unirse recientemente a la Alliance for Genomic Discovery de EE. UU., de la que forman parte otras siete compañías farmacéuticas.
"Más allá de las vacunas, hacemos de la prevención un foco en toda nuestra cartera de medicamentos en desarrollo, pensando en cómo podemos intervenir antes"
Otra de las claves del trabajo de GSK pasa por su capacidad de adaptarse y responder de manera ágil alos cambios y desafíos del entorno. “Nuestro compromiso con la innovación y la excelencia científica se ha fortalecido, impulsándonos a buscar soluciones cada vez más efectivas y seguras para mejorar la salud de las personas”, asevera de Luna.
En línea con la innovación, la portavoz de GSK España señala como grandes retos futuros la adaptación de las bacterias a burlar a los antibióticos, o cómo el cambio climático está provocando que surjan enfermedades infecciosas en áreas donde antes estaban controladas, provocando grandes y retadoras necesidades para los sistemas sanitarios. Según apunta Henríquez de Luna, en la mayoría de los casos se centran en el tratamiento reactivo, lo que significa que las personas viven con enfermedades que podrían haberse prevenido y controlado antes.
“En GSK creemos que la prevención es la mejor medicina para los pacientes, las sociedades, los sistemas sanitarios y las economías. Por eso, más allá de las vacunas, hacemos de la prevención un foco en toda nuestra cartera de medicamentos en desarrollo, pensando en cómo podemos intervenir antes para prevenir la aparición de la enfermedad o para cambiar su curso”, concluye.