Los concursos de Terapias Respiratorias Domiciliarias (TRD) siguen dando malas noticias para Carburos Metálicos, desde que decidió volver a este negocio comprando la empresa Contse
La vuelta a toda costa de Carburos Metálicos al negocio de la oxigenoterapia a través de la compra de la empresa Contse, le sigue dando 'dolores de cabeza'.
Los pacientes siguen quejándose del servicio prestado por la compañía y aseguran sufrir el "mercadeo" que hace esta compañía, ya que critican "pretenden cobrarnos y hacer negocio con nuestra salud".
Esta vez, un paciente usuario del servicio de TRD cuenta a ConSalud.es su "mala experiencia" con el servicio. "Después de esperar casi tres meses, por fin me traen una Bipap y me dicen que aproveche los recambios que traía la anterior que tenía, máquina que me dieron en el Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, y que debía entregar a la empresa propietaria", critica.
"Esta compañía no solo hace negocio con nuestra salud cobrando a la Seguridad Social el alquiler de estos aparatos, hasta pretenden cobrarnos por adecuar los aparatos a nuestras necesidades"
Además, este paciente afectado señala que también pidió un respirador portátil, el que, para su sorpresa, "traía una batería de una capacidad insuficiente que solo permite una hora de autonomía a cuatro litros". "Como opción, el aparato puede equipar una batería de mayor capacidad que me proporcionaría una autonomía de dos horas más o menos, pero esta empresa me dice que si quiero esta batería me hacen un presupuesto", apostilla.
"¿Hasta qué punto esta empresa decide que autonomía respiratoria tengo que tener?", recrimina, al tiempo que denuncia que "esta compañía no solo hace negocio con nuestra salud cobrando a la Seguridad Social el alquiler de estos aparatos, hasta pretenden cobrarnos por adecuar los aparatos a nuestras necesidades". "Hacen negocio con nuestra salud", apostilla.
En este mismo sentido, este paciente asegura que uno de los empleados de la compañía le comentó que no hacen el mantenimiento a las máquinas que ponen a la disposición de los pacientes. "Se limitan a cambiarlas cuando se estropean, con el consiguiente peligro que esto conlleva para nuestra salud. Es un despropósito", explica.
En su opinión, "tendríamos que organizar una plataforma de afectados por esta empresa y tomar las medidas necesarias para ponerles en su sitio y así acabar con los desmanes y despropósitos causados por la empresa".