El Centro 360 de Excelencia Oncológica GCCC, creado por GenesisCare y Clínica Corachan, se ha convertido en el primer centro de España que realiza planificaciones de tratamientos oncológicos con radioterapia basados, exclusivamente, en imágenes de resonancia magnética (RM) para la determinación de volúmenes del tumor a tratar, con una gran precisión, y para el cálculo del tratamiento.
El procedimiento habitual para la planificación en los tratamientos oncológicos ha consistido, hasta ahora, en el uso de imágenes detomografía computarizada (TC) para determinar la localización y el volumen del tumor a tratar. Ahora, tal como ha detallado Francisco Góngora, director de Física de GenesisCare España, “haciendo uso de las imágenes obtenidas con la RM, de forma general, se puede delimitar el volumen tumoral a tratar de manera más precisa que con las obtenidas mediante una TC, ya que ofrecen una mejor información de los tejidos blandos. De esta forma, los datos obtenidos, tanto de la situación del tumor como de sus características, son de mayor calidad, hecho que ayuda enormemente en la determinación de las dosis necesarias para conseguir el control local de la enfermedad”.
“La planificación de los tratamientos se realiza haciendo uso de las imágenes obtenidas a través de las distintas secuencias aportadas por la RM. Gracias a este proceso se obtiene un perfil muy específico del tumor y sus volúmenes, lo que permite detectar de manera más certera la zona sobre la que se debe depositar la radiación. Por ejemplo, en el caso de un paciente con cáncer de próstata, la resonancia magnética ofrece mucha mejor definición, por lo que logramos detectar tumores de entre 2 y 3 milímetros siendo capaces de determinar su ubicación exacta”, ha explicado Joan Giménez Ruiz, Jefe de Servicio del Departamento de Diagnóstico por Imagen de Clínica Corachan.
Ya está probada en pacientes que presentan cáncer de próstata y del sistema nervioso central aunque se espera que en un futuro pueda aplicarse a otros tipos de patologías oncológicas
Esta técnica ya está probada en pacientes que presentan cáncer de próstata y del sistema nervioso central (SNC) aunque se espera que en un futuro pueda aplicarse a otros tipos de patologías oncológicas. Los tumores en estas localizaciones, debido a su particular estructura y complicada accesibilidad, presentan mayores dificultades a la hora de ser tratados. El uso de las imágenes de RM permite definir con mayor exactitud las necesidades de cada paciente.
“Con esta información somos capaces de determinar y, en muchos casos, reducir las sesiones de radioterapia necesarias para realizar el tratamiento ya que, dado el nivel de precisión alcanzado, conseguimos dar mayor dosis de radiación sobre un volumen que está perfectamente definido. Por este motivo, se consigue también limitar la incidencia innecesaria sobre los tejidos sanos, reduciendo la probabilidad de la aparición de los efectos secundarios”, ha señalado Jaume Fernández, oncólogo radioterápico de GenesisCare.
Asimismo, los pacientes oncológicos suelen someterse a controles periódicos en los que se les realizan TC por lo que su nivel de radiación acumulada aumenta. La resonancia magnética, al evitar el uso de radiaciones ionizantes, permite reducir esta incidencia limitando el uso de la radiación durante el tratamiento radioterápico en sí.