Un total de 50 de los 360 pacientes revisados en la campaña de prevención del glaucoma realizada recientemente por Miranza, en el marco de la Semana Mundial del Glaucoma que se celebra del 10 al 16 de marzo, han registrado hipertensión ocular, principal factor de riesgo para desarrollar glaucoma. Los especialistas del grupo recomiendan que estas personas acudan al oftalmólogo a la mayor brevedad y se sometan, después, a un seguimiento periódico, ya que presentan unos índices de presión intraocular (PIO) superiores a 20 milímetros de mercurio, superando, así, los considerados “normales” en un ojo sano. Todo ello puede suponer una amenaza tanto para el nervio óptico como para la visión en general.
Según los datos de la campaña, con 14 puntos de screening gratuitos repartidos por seis comunidades españolas y Andorra, el 70% de las personas con presión ocular (PIO) elevada tienen algún defecto refractivo, esto no es de extrañar si se tiene en cuenta que la miopía o hipermetropía elevadas predisponen a sufrir glaucoma. La edad, ha sido otro de los factores de riesgo detectados, con un 33% de los pacientes con PIO elevada que su edad superaba los 60 años. También destaca el 25% de personas con hipertensión que cuentan con antecedentes familiares de glaucoma, otro dato clave al que hay que prestar atención a la hora de prevenir la patología, que cuenta con un importante factor hereditario.
Un 57% son mujeres y un 43% hombres, a pesar de ello, los especialistas de Miranza afirman que el glaucoma afecta indistintamente a ambos sexos
En esta misma línea, el 25% de los pacientes con índices de PIO por encima de la media apuntan que se habían sometido previamente a alguna cirugía ocular, otro factor de riesgo a considerar. Por lo que se refiere al género de los pacientes con PIO elevada, un 57% son mujeres y un 43% hombres, a pesar de ello, los especialistas de Miranza afirman que el glaucoma afecta indistintamente a ambos sexos.
En cuanto a la presión intraocular, se trata de la presión del líquido que se encuentra dentro del ojo, y no tiene relación alguna con la presión arterial. Según apuntan los especialistas, en general, se considera que entre 10 y 20 milímetros de mercurio (mmHg) es una presión normal del ojo. Superar estos niveles supone el principal factor de riesgo del glaucoma y el único con el que, actualmente, existen tratamientos para intentar rebajarla o mantenerla estable y evitar, así, la pérdida de visión ligada al daño del nervio óptico.
Aunque existen algunas formas de glaucoma en las que la presión está en índices normales, la mayoría de ellas tienen una relación directa con este factor, y, además, es el único sobre el que pueden actuar los tratamientos médicos y quirúrgicos existentes. Por este motivo, la campaña de prevención del glaucoma llevada a cabo por Miranza se ha centrado en la medición de la PIO.