En el marco del Día Internacional de la Mujer, Ana Valdivielso, directora de Recursos Humanos de GSK España, reflexiona sobre el liderazgo femenino en la industria farmacéutica y los avances logrados en las últimas décadas. Además, subraya que la diversidad no solo es un objetivo, sino una necesidad para la innovación y el éxito empresarial.
¿Cómo ha evolucionado su percepción sobre el liderazgo femenino desde que comenzó su carrera hasta ahora?
Aunque aún persisten algunas barreras, en los últimos 20 años los avances han sido sustanciales. De acuerdo con el último informe Women in Business 2024, las mujeres ocupan un tercio de los puestos directivos en España, la mayor tasa de la Unión Europea, cuando en 2004 esta cifra apenas rozaba el 14%.
Es cierto que queda mucho por hacer, porque este crecimiento ha sido dispar. Sin embargo, en el caso de la industria farmacéutica, este aumento ha sido mayor, de modo que los comités de dirección de las empresas del sector cuentan ya con un 45% de mujeres, y un 20% ejerce como CEO, como señalan cifras de Farmaindustria.
"Nuestro Centro de I+D de Salud Global en España cuenta con un 65% de mujeres investigadoras"
En GSK España hemos visto los avances de estas últimas dos décadas desde la puesta en marcha de nuestro Plan de Igualdad en 2007, cuyo objetivo fue avanzar en el camino hacia una equidad real y aplicada. Una de las máximas de la compañía fue lograr un lugar de trabajo excelente y, para ello, resulta imprescindible fomentar tanto la igualdad como la diversidad a través del compromiso de todos.
En nuestra compañía, la igualdad es uno de los distintivos desde hace más de una década. En la actualidad, gracias a nuestro compromiso con el empleo femenino, más del 63,85% de los cerca de 1.800 empleados que forman nuestra plantilla somos mujeres; y ocupamos además el 53,41% de los puestos de dirección y gestión en la compañía. Asimismo, nuestro Centro de I+D de Salud Global en España, situado en Tres Cantos, cuenta con un 65% de mujeres investigadoras.
¿Qué políticas o iniciativas creen que son esenciales para garantizar la igualdad de oportunidades en empresas como GSK?
En GSK somos conscientes de la necesidad de desarrollar políticas y acciones que respalden la igualdad de responsabilidades y oportunidades entre todos los empleados.
Es necesario generar oportunidades y evitar techos de cristal para asegurar que el talento de las mujeres es aprovechado en todos los niveles. Todo ello, acompañado de un firme compromiso con la igualdad también en el ámbito retributivo, con el objetivo de eliminar la brecha salarial hacia un futuro de ‘0 diferencia salarial’.
Entre otras muchas otras medidas, destacaría que recientemente se han ampliado los permisos de paternidad y maternidad en 18 semanas, asegurando así que hombres y mujeres podemos contar con un valioso tiempo con los hijos recién nacidos; ampliables hasta las 22 semanas cuando se trata de familias monoparentales.
¿Considera que las mujeres están suficientemente representadas en puestos de liderazgo dentro del sector? ¿Qué más se puede hacer para mejorar esto?
Una muestra de este compromiso es que fuimos la primera compañía farmacéutica en contar con una mujer presidenta a nivel mundial: Emma Walmsley ocupa el cargo de CEO de GSK desde 2017. También en España nuestra presidenta y consejera delegada es una mujer, Cristina Henríquez de Luna.
"Contamos con presencia de mujeres en roles tradicionalmente masculinos"
Sin embargo, somos conscientes de que para alcanzar la igualdad es fundamental que el talento femenino se integre en todas las áreas de una compañía. Por ello, en el caso de GSK, contamos con presencia de mujeres en roles tradicionalmente masculinos, como son los equipos comerciales o los puestos en la cadena de producción, en los que se promueve la inclusión femenina a través de un programa específico de formación en nuestra planta de Aranda de Duero.
¿Cómo se pueden fomentar redes de mentoría para apoyar a las mujeres que buscan crecer profesionalmente en el sector?
Contar con ejemplos y referentes es fundamental, por lo que la mentorización es ya una herramienta más en los planes de Igualdad. En GSK está en marchael ya mencionado programa ‘WomenLeadershipInitiative’, con el que tratamos de garantizar internamente las oportunidades relevantes de desarrollo, de cara a conseguir un liderazgo igualitario y diverso en nuestra compañía.
Pero también es necesario trabajar desde más abajo, desde la formación. De acuerdo con datos publicados por el informe de la UNESCO, ‘Descifrar el código: la educación de las niñas y las mujeres en STEM’, tan solo el 35% de los estudiantes en carreras STEM son mujeres, y menos del 30% de los empleos en el sector están ocupados por ellas. Para fomentar su participación, la compañía colabora desde 2018 con el proyecto STEM TalentGirl, ofreciendo mentorías y visitas a sus instalaciones para inspirar y guiar a futuras profesionales. A través del “efecto espejo”, buscan que las niñas encuentren referentes femeninos en ciencia y tecnología para impulsar sus vocaciones.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las mujeres jóvenes que aspiran a desarrollarse profesionalmente en el sector farmacéutico?
Les diría que, cuando se plante en su futuro, no se dejen coartar por lo que se espera de ellas o por lo que se ha visto en el pasado, les diría que tuvieran ilusión y ambición de aceptar nuevos retos. En el caso del sector farmacéutico, las nuevas generaciones de profesionales lo van a tener un poco más fácil que en otros, pero no podemos bajar la guardia.
¿Qué cambios esperan ver en la próxima década en el liderazgo femenino dentro del sector farmacéutico?
Espero que podamos ver los frutos de programas como STEM TalentGirl, a nivel de compañías y, en general, en toda la sociedad. También, contar con entornos laborales en los que todos los empleados se sientan valorados y respaldados, con independencia de su género o de otras circunstancias personales.
Asimismo, confío en que las compañías que ponen en marcha políticas de igualdad y conciliación y los sectores, como el farmacéutico, que más han hecho por alcanzar los avances, cuenten cada vez con mayor respaldo de la administración y la sociedad. No obstante, debemos ser conscientes de que los avances no son permanentes y es importante desplegar las políticas de diversidad e inclusión necesarias para afianzar los progresos y no desandar el camino ya recorrido.