La aplicación de tecnología que utiliza sistemas biológicos y organismos vivos para crear o modificar productos para usos específicos, también conocida como biotecnología, ha adquirido un papel muy importante dentro del mercado español. El conjunto de los efectos directos, indirectos e inducidos que provocan las actividades biotech a lo largo de la cadena productiva generó más de 11.000 millones de renta, en torno al 1% del PIB nacional, según recoge el informe de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio) de 2022.
Por otro lado, el impacto en la recaudación fiscal de las empresas relacionadas con la biotecnología ascendió a 4.500 millones de euros, partiendo de la estimación de los diferentes flujos de renta registrados, y según apunta AseBio, utilizando los tipos impositivos medios de cada tipología de estas rentas.
Un conjunto de actividades que suponen el 0,4% del PIB, del que un tercio corresponde a las cotizaciones sociales, otro a los impuestos indirectos, como el IVA y otros impuestos, y el resto a los impuestos directos sobre las rentas salariales, conocido como IRPF, y empresariales, el impuesto de sociedades.
El año de 2021 contó con una recuperación significativa de la producción en la mayoría de las ramas de la actividad tras la crisis provocada por la pandemia, concretamente con un incremento del 6%
Uno de los puntos más importantes de este análisis sobre el impacto de las compañías biotecnológicas es su nivel de facturación. En el año 2021, aumentaron casi un 8% en este apartado, superando los 13.000 millones de euros, 1,1% del PIB total.
Para que esta facturación fuese posible, las compañías tuvieron que adquirir más de 8.300 millones de euros en concepto de consumos intermedios, generando así, 4.660 millones de renta. Una cantidad repartida entre los 2.198 millones de euros en la remuneración de los trabajadores y 2.462 millones de euros en excedente de bruto de explotación e impuestos netos.
En esta misma línea, el año de 2021 también contó con una recuperación significativa de la producción en la mayoría de las ramas de la actividad tras la crisis provocada por la pandemia. Concretamente con un incremento del 6% respecto al año anterior, en el caso de las biotech, un 7,8% y las empresas con la biotecnología como actividad secundaria, 7,1%.
IMPACTO EN EL EMPLEO
En términos generales, el empleo en las empresas biotech se incrementó el 10%, y superó los 34.000 empleos que representaron el 0,17% de la ocupación total.
El impacto sobre el empleo del sector biotecnológico también es muy evidente, de las actividades desarrolladas por las biotech se ve amplificado a lo largo de la cadena productiva y así, por cada empleo directo, se generarían otros 2,5 empleos indirectos e inducidos. Según este planteamiento, estas empresas serían responsables del mantenimiento de algo más de 18.000 empleos, que representan el 0,65% del total nacional.
Esta evolución del total del empleo vinculado a las empresas que realizan actividades biotecnológicas fue especialmente dinámica en 2021, con un crecimiento medio superior al 22%, lo que se traduce en más de 64.000 nuevos empleos netos
En el caso de extender incluso más el parámetro, en cuanto al conjunto de las empresas que realizan actividades biotecnológicas, el volumen total del empleo que depende de forma, directa o indirecta, asciende hasta el 1.300.000 empleados, el 9,5% del total del PIB. De los cuales, un 75% corresponde a los efectos indirectos provocados por las compras de consumo intermedios y las inversiones realizas por biotecnológicas.
Esta evolución del total del empleo vinculado a las empresas que realizan actividades biotecnológicas fue especialmente dinámica en 2021, con un crecimiento medio superior al 22%, lo que se traduce en más de 64.000 nuevos empleos netos. En 2021 el volumen total de empleo directo de las empresas que realizan actividades biotecnológicas llega casi a las 350.000 ocupados.