La compañía farmacéutica Abbott saca partido de la venta de test de antígenos. Y es que, el Gobierno de España ha comprado cinco millones de test a la compañía un 47% más caros. En definitiva, una compra que se ha saldado con un sobrecoste de ocho millones de euros.
Tal y como aseguró el diario ABC, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) adquirió el pasado 5 de enero estos test por un importe de 15,5 millones de euros, es decir, a 3,10 euros la unidad. Un precio que está incluso por encima del impuesto a las farmacias que se sitúa en 2,94 euros desde este sábado.
Este precio, además, contrasta con el que presenta la empresa de supermercados Mercadona en nuestro país vecino: Portugal.
El procedimiento escogido para la licitación fue el de negociado sin publicidad, tramitado por la vía de urgencia
En concreto, cada kit que comercializa la compañía valenciana tiene un precio de 2,10 euros, es decir, un un 47,6% más barato que el que ha adquirido el Ejecutivo de Pedro Sánchez. No obstante, por la legislación aplicable en España de venta única en oficinas de farmacia, no puede vender los test de Mercadona en nuestro país.
El procedimiento escogido para la licitación fue el de negociado sin publicidad, tramitado por la vía de urgencia. Atendiendo a detalles concretos, este proceso permite negociar de forma directa con la empresa adjudicataria, sin que otras compañías puedan participar, lo que permite acortar los dilatados plazos de la contratación pública.
El pasado 13 de enero, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, informó de que la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos había acordado un precio máximo de 2,94 euros para la venta de test de antígenos para autodiagnóstico en las oficinas de farmacia.