El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha demandado a Walmart, a quién ha acusado de alimentar la crisis de opiáceos en Estados Unidos, al ignorar las señales de advertencia de sus farmacéuticos y surtir miles de recetas no válidas.
Según ha informado Reuters, el gobierno ha señalado que Walmart "no se tomó en serio sus deberes de guardián como farmacia", acusaciones que la compañía ha rechazado.
"La investigación del Departamento de Justicia está contaminada por violaciones históricas de la ética, y esta demanda inventa una teoría legal que obliga ilegalmente a los farmacéuticos a interponerse entre los pacientes y sus médicos, y es plagado de inexactitudes fácticas", ha asegurado la compañía, quién ha calificado la demanda como un "intento transparente de echarle la culpa a la (Administración de Control de Drogas), fallas bien documentadas para evitar que los malos médicos receten opioides en primer lugar".
La demanda señala que "durante años, Walmart mantuvo un sistema que sabía que no detectaba ni informaba adecuadamente las órdenes sospechosas"
No obstante, el administrador interino de la DEA, Timothy Shea, ha señalado que “cuando las farmacias surten rutinariamente recetas ilegítimas, responsabilizaremos a todos los responsables, incluido Walmart". "Se han perdido demasiadas vidas debido a fallas de supervisión y los encargados de la responsabilidad han hecho la vista gorda", ha apostillado Shea.
Según la demanda, Walmart "llenó ilegalmente miles de recetas de sustancias controladas no válidas". Además, la demanda señala que "durante años, Walmart mantuvo un sistema que sabía que no detectaba ni informaba adecuadamente las órdenes sospechosas".