Las afectados que demandaron a Johnson & Johnson por sus productos de talco han pedido a un tribunal que se revisen sus demandas ante la maniobra de la empresa para congelar decenas de miles de estas.
Señalan que esta técnica de bancarrota de la subsidiaria de J&J, LTL Management, ha detenido cerca de 38.000 demandas por la presencia de asbesto en los polvos de talco que provocó mesotelioma y cáncer de ovario. A pesar de haber retirado estos productos hace meses, todavía siguen negando que se haya actuado mal.
Así, el juez Julio Fuentes preguntó al abogado de las víctimas, Jeffrey Lamken, si el tribunal de quiebras podría proporcionar una resolución más eficiente de las reclamaciones.
Lamken respondió que el tribunal no debería emitir un fallo general sobre si la bancarrota es "mejor" porque sus protecciones deberían reservarse para las empresas que están en dificultades financieras y necesitan reorganizarse. Además, argumentó que a las víctimas de cáncer se les debe permitir demandar porque la bancarrota requiere que se llegue a un acuerdo integral a través de un largo proceso judicial antes de que se pueda resolver cualquier caso individual, ya que LTL no está bajo presión para moverse rápidamente.
“La mayoría de las personas ni siquiera obtendrán un turno y algunos morirán antes de que sus casos vayan a juicio”
David Frederick, que representa a un grupo separado de demandantes de cáncer, dijo que la quiebra le permite a LTL pagar "menos dinero, más lentamente".
Pero el tribunal de quiebras contrarrestado por J&J permite que todas las demandas de talco actuales y futuras se resuelvan juntas. “La mayoría de las personas ni siquiera obtendrán un turno y algunos morirán antes de que sus casos vayan a juicio”, dijo el abogado de LTL, Neal Katyal.
La empresa ha reservado 2.000 millones de dólares (1.998.510.546 euros) para liquidar reclamaciones de talco. Antes de declararse en bancarrota, J&J enfrentó costos de 3.500 millones de dólares (3.497.185.709 euros) en veredictos y acuerdos, incluido uno en el que 22 mujeres recibieron una sentencia de más de 2.000 millones de dólares (1.998.510.546 euros), según los registros de la corte de bancarrotas.
Pero se han desestimado más de 1.500 demandas por talco sin que J&J pague nada y la mayoría de los casos que han ido a juicio han resultado en veredictos de defensa, juicios nulos o juicios para la compañía en apelación.