La compañía General Electric Healthcare ha retirado más de 25.000 calentadores infantiles, unos dispositivos hospitalarios diseñados para irradiar calor y controlar la salud de los recién nacidos, debido a que los paneles laterales y cierres pueden agrietarse, romperse o abrirse, lo que puede provocar que los bebés se caigan.
Los productos incluyen todos los modelos de Panda iRes, que generalmente se usan en entornos de trabajo de parto y el calentador de jirafa, que se usa en unidades de cuidados intensivos neonatales.
Por el momento, no se han reportado víctimas mortales entre un total de 338 quejas
Según la Agencia del Medicametno de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) la retirada afecta a 25.204 dispositivos fabricados y vendidos en Estados Unidos desde el año 2007.
Por el momento, no se han reportado víctimas mortales entre un total de 338 quejas de dispositivos, aunque dos bebés se cayeron de calentadores y se fracturaron los cráneos, ha detallado la FDA.
GE Healthcare notificó a los clientes el problema en marzo. La compañía instruyó a los proveedores para que dejaran de usar cualquier calentador con paneles o pestillos dañados y proporcionaron piezas de reemplazo junto con nuevas etiquetas de precaución.