La biotecnológica estadounidense, Thermo Fisher Scientific, ha anunciado que planea cerrar las puertas de su planta de Princeton, Nueva Jersey, y con ello, 113 trabajadores perderán sus puestos de trabajo. Los despidos llegan tras un aviso de notificación de la Ley de Notificación de Ajustes y Reentrenamiento del Trabajador (WARN) de Nueva Jersey en marzo. Aunque los recortes no entrarán en vigencia hasta el 16 de junio.
Como principal razón, la compañía centrada en el desarrollo de productos biológicos y terapia celular, ha señalado a FiercePharma que se trata de una medida acorde con las demandas actuales del volumen de fabricación. Sin embargo, también han demostrado la intención de apoyar en cierta manera a los empleados afectados.
113 trabajadores perderán sus puestos de trabajo tras un aviso de notificación de la Ley de Notificación de Ajustes y Reentrenamiento del Trabajador
Este movimiento llega sorprendentemente en un gran momento de expansión para Thermo Fisher Scientific. En agosto, la compañía inauguró una planta de tecnología de 105 millones de dólares (96.248.250 euros) en Lebanon, Tennessee. Una instalación de 400.000 pies cuadrados (121.920 metros cuadrados) que duplicó con creces las capacidades de la compañía para producir materiales de bioprocesamiento. En el momento de la apertura, el sitio empleaba a 300 personas y planeaba agregar 1100 más.
El cierre de la planta en Nueva Jersey se une a una amplia lista de centros que han visto como llegaba su final en este inicio de 2023. Como por ejemplo la instalación de producción de Genentech en el sur de San Francisco, que anunció su próximo cierre hace menos de un mes. En este caso, en lugar de despidos masivos, la mayoría de los empleados se han trasladado a un nuevo centro de suministros clínicos en la ciudad. Por otro lado, empresas como Akron Pharma, han caído en bancarrota y como consecuencia, han tenido que cerrar bruscamente todas sus plantas en EE. UU. y por lo tanto, despedir a todos sus trabajadores.