Las acusaciones contra Teva Pharmaceuticals giran en torno a la alegación de que la compañía utilizó esquemas ilegales de copago de Medicare, programa federal de seguro médico en los Estados Unidos, para aumentar las ventas de Copaxone, su medicamento para la esclerosis múltiple.
Las acusaciones específicas sugieren, según recoge Fierce Pharma, que la compañía habría utilizado organizaciones benéficas de terceros. Al hacerlo, Teva habría buscado eludir las restricciones legales, incrementando artificialmente la demanda de Copaxone y, en consecuencia, aumentando sus ventas y ganancias. Estos esquemas, si se demuestra que existieron, podrían ser considerados como una forma de soborno, ya que inducen a los pacientes a preferir un medicamento más caro en lugar de otras opciones potencialmente más asequibles o equivalentes, lo que aumenta los costos para el programa Medicare y, en última instancia, para los contribuyentes.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha estado pendiente del asunto desde 2020, cuando presentó una demanda por reclamaciones falsas en la que detallaba los supuestos sobornos. La compañía acusada se ha defendido enérgicamente de estas acusaciones, argumentando que sus acciones estaban dentro del marco legal y que su intención siempre ha sido ayudar a los pacientes a acceder a los tratamientos necesarios. Sin embargo, este tipo de casos son complejos y suelen involucrar largos procesos legales para determinar si efectivamente se violaron las leyes.
Siete proveedores privados de cobertura de Medicare presentaron una nueva demanda en un tribunal de Kansas
Recientemente, a pesar de que parecía que Teva iba a llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, siete proveedores privados de cobertura de Medicare presentaron una nueva demanda en un tribunal de Kansas. Estos proveedores buscan recuperar los daños relacionados con años de reclamaciones supuestamente “contaminadas” pagadas por los planes de salud Medicare Advantage. Las empresas acusan a Teva de “canalizar cientos de millones de dólares” a través de dos fundaciones de terceros para subsidiar ilegalmente las obligaciones de copago.
Según la denuncia, Teva utilizó el Fondo de Asistencia (TAF) y el Fondo de Enfermedades Crónicas (CDF) no como entidades de beneficencia, sino más bien como “vehículos de transferencia” para dar dinero a los pacientes de Copaxone y aumentar los ingresos por el producto. Este proceso eludió el marco del Congreso del sistema de la Parte D de Medicare, según los demandantes.
Ese caso aún no ha llegado a juicio y, en cambio, ha permanecido en procedimientos previos al juicio. Si el tribunal se pone del lado de Estados Unidos, los daños podrían superar los 10.000 millones de dólares (8.968 millones de euros) y representar una “cantidad que amenace a la empresa y que pueda hacer imposible una apelación posterior a la sentencia”, explican los abogados de la empresa.