La compañía francesa Air Liquide ha lanzado la tercera edición de su Air Liquide Scientific Challenge, con el objetivo de avanzar en la investigación en un enfoque de innovación abierta e identificar soluciones que permitan la descarbonización de los ecosistemas industriales.
Dirigido a equipos académicos, departamentos privados de investigación y desarrollo, nuevas empresas e institutos privados o públicos, podrán presentar a través de la web y hasta el 10 de marzo de 2023 las soluciones científicas innovadoras para afrontar los retos vinculados a la Transición Energética.
“La innovación abierta es una fuerza impulsora clave de la estrategia de Air Liquide para abordar los desafíos de la sociedad”, indica Emilie Mouren-Renouard, Miembro del Comité Ejecutivo que supervisa la Innovación.
Scientific Challenge ilustra la importancia de los datos en nuestros continuos esfuerzos para identificar soluciones disruptivas y acelerar el desarrollo de las nuevas tecnologías necesarias para construir una sociedad con bajas emisiones de carbono
Este reto se encuentra en línea con los objetivos de descarbonización e innovación tecnológica de Air Liquide descritos en su plan estratégico ADVANCE, entre los que se encuentran el intercambio de datos, el almacenamiento de energía utilizando moléculas pequeñas esenciales y el papel de la calefacción eléctrica para la producción de H2.
El premio científico contará con 50.000 euros a cada uno de los equipos galardonados a finales de 2023, además el grupo francés ha anunciado que apoyará colaboraciones con una financiación total de hasta un millón de euros dirigidos a desarrollar propuestas científicas y transformarlas en tecnologías adaptadas al mercado.
“En línea con el plan estratégico ADVANCE del Grupo y el objetivo de cero emisiones netas para 2050, esta edición del Scientific Challenge ilustra notablemente la importancia de los datos en nuestros continuos esfuerzos para identificar soluciones disruptivas y acelerar el desarrollo de las nuevas tecnologías necesarias para construir una sociedad con bajas emisiones de carbono”, concluye Mouren-Renouard.