Las compañías farmacéuticas Gilead Sciences y MSD han logrado un nuevo avance en el desarrollo de una terapia combinada para el VIH, compuesta por islatravir y lenacapavir, administrada una vez por semana, según informa Fierce Biotech. En un ensayo clínico de fase 2, la terapia demostró ser eficaz en la supresión sostenida del VIH-1 en un 94,2% de los pacientes durante 48 semanas. Estos resultados fueron presentados en la 'IDWeek 2024'.
El ensayo incluyó a 104 adultos con supresión virológica, comparando el régimen semanal con Biktarvy, el tratamiento diario de Gilead. Después de 24 semanas, la combinación mostró una supresión del ARN del VIH-1 en el 98% de los pacientes, frente al 100% con Biktarvy. Los resultados a las 48 semanas se mantuvieron altos, con tasas de supresión del 94,2% en ambos grupos.
"Los regímenes de un solo comprimido diario han ayudado a transformar la atención del VIH"
Una de las principales ventajas de esta nueva terapia es su dosificación semanal, lo que podría mejorar la adherencia al tratamiento, un desafío clave para muchos pacientes que encuentran difícil mantener un régimen diario. “Los regímenes de un solo comprimido diario han ayudado a transformar la atención del VIH, pero para algunas personas puede resultar difícil mantenerlos”, afirmó Elizabeth Rhee, vicepresidenta de desarrollo clínico global de MSD Research Laboratories.
El desarrollo del islatravir ha enfrentado desafíos previos, incluidos problemas en 2021 con la disminución de linfocitos y células T CD4+, lo que llevó a MSD a pausar estudios. Sin embargo, en este ensayo no se observaron diferencias significativas en los recuentos de células T CD4+ entre los grupos, y ningún paciente abandonó el tratamiento por efectos adversos relacionados.
La terapia está ahora avanzando hacia la fase 3, donde Gilead llevará a cabo ensayos con 600 pacientes para evaluar la eficacia de la combinación semanal frente a Biktarvy. Los resultados principales se centrarán en mantener el ARN del VIH-1 por debajo de 50 copias/ml a las 48 semanas.
Este avance representa un paso importante hacia nuevas opciones de tratamiento para el VIH, ofreciendo una alternativa más flexible y potencialmente más adherente para los pacientes. “Las nuevas opciones de tratamiento del VIH que permiten una dosificación oral menos frecuente tienen el potencial de ayudar a fomentar la adherencia y abordar el estigma que enfrentan algunas personas que toman terapia oral diaria”, concluye Rhee.