La terapia experimental contra la hepatitis B de GSK, bepirovirsen, ha mostrado resultados prometedores en un ensayo de etapa intermedia.
Tal y como ha señalado el fabricante de medicamentos, estos resultados se refuerzan en ensayos de etapas posteriores y GSK ha estimado que el fármaco podría generar ventas de hasta 2.500 millones de dólares (2.357,75 millones de euros) al año.
Aunque existen vacunas seguras y efectivas para el virus de la hepatitis B, incluidas las fabricadas por GSK, casi 300 millones de personas en todo el mundo tienen hepatitis B crónica (CHB), una infección duradera que ocurre cuando el cuerpo no puede defenderse del virus y persiste en la sangre y el hígado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora, este estudio de etapa intermedia está evaluando el impacto de la administración de bepirovirsen en pacientes que estaban dentro o fuera de la terapia estándar existente con CHB.
GSK ha estimado que el fármaco podría generar ventas de hasta 2.500 millones de dólares (2.357,75 millones de euros) al año
Concretamente, en el grupo de 227 pacientes con terapia estándar, 24 semanas de tratamiento con bepirovirsen dieron como resultado que el 28% de los pacientes tuvieran reducciones drásticas en dos biomarcadores clave de BCC de forma que una prueba no podría detectarlos.
Mientras tanto, en la cohorte de 230 pacientes que aún no recibían la terapia estándar, 24 semanas de tratamiento con bepirovirsen mostraron que el 29% de ellos tuvieron las correspondientes disminuciones en los mismos biomarcadores.
“Los pacientes deben estar fuera de la terapia durante seis meses o más y no mostrar evidencia de recurrencia del virus para lograr una cura funcional, ha declarado a ReutersChristopher Corsico, jefe de desarrollo de GSK. No obstante, ha reiterado Corsico, “estos datos sugieren que es posible una cura funcional”.
"El hecho de que tenga una cantidad tan alta de respuestas, incluso cuando suspende la terapia, no tiene precedentes en comparación con otros medicamentos que se están probando", ha asegurado.
GSK, dirigida por la directora ejecutiva Emma Walmsley, obtuvo la licencia de bepirovirsen de Ionis Pharmaceuticals en 2019. El fármaco está diseñado para combatir la enfermedad en tres frentes: al inhibir la replicación viral, al suprimir la producción de proteínas virales asociadas con el virus de la hepatitis B infecciones y estimulando el sistema inmunológico.