Tras el acuerdo de compra por Shire, Takeda ha presentado un plan para cerrar su sede ubicada en el área de Chicago y centrar sus operaciones de Estados Unidos en el área de Boston, donde Shire también opera, lo que afectará a unos 1.000 empleados.
Con el traslado, algunos trabajadores recibirán ofertas de reubicación. Este cambio de sede viene después de que Takeda trasladara hasta a 750 empleados de investigación y desarrollo de Deerfield a Cambridge el año pasado.
Este cambio de sede viene después de que Takeda trasladara hasta a 750 empleados de investigación y desarrollo de Deerfield a Cambridge el año pasado
Pero, la compra de Shire por 46.000 millones de libras (52.550 millones de euros) por parte de Takeda además de acarrear costes también ha abierto una disputa entre la familia Takeda y su CEO Christophe Weber, ya que un miembro de la familia fundadora de la compañía ha expresado públicamente su oposición al acuerdo. Este familiar se puso de lado de un grupo de opositores y señaló que “la adquisición sería desastrosa para el negocio”.
"Entendemos que la ampliación es necesaria, pero la gerencia de Takeda tiene que pensar en la cultura corporativa tradicional y la salud de la empresa", han subrayado desde el entorno más familiar de Takeda, al tiempo que han insistido en que “las decisiones apresuradas sobre grandes negocios deberían evitarse".
En total, Takeda prevé ahorrar 1.400 millones de dólares (1.190,94 millones de euros) al final de los tres años posteriores al cierre del contrato y recortar entre un 6% y un 7% de la fuerza de trabajo combinada, unos 3.600 empleados según los últimos recuentos de empleados de las empresas.