Las cadenas de suministro mundiales siguen afectadas por desafíos relacionados con los efectos de la pandemia, donde se incluye la escasez. A día de hoy, los líderes de las compañías farmacéuticas identifican este problema como una de las mayores amenazas para el crecimiento del sector. Por tanto, las organizaciones necesitan buscar nuevas maneras de gestionar el suministro para garantizar la continuidad del negocio y facilitar la expansión.
En un mundo cada vez más digitalizado, las nuevas tecnologías se convierten en una herramienta con gran potencial para dar respuesta a este reto. Cientos de empresas alrededor del mundo, dentro del sector biofarma, incorporan inteligencia artificial, asociación digital y análisis de datos, entre otros.
El sector biofarmacéutico esta afrontando el desafío de cómo la industria puede involucrarse, monitorizar y mejorar su relación con proveedores y fabricantes
Uno de los grandes desafíos ahora es comprender cómo se pueden utilizar estas tecnologías dentro de la cadena de suministro en la industria farmacéutica. Concretamente, las empresas del sector biofarmacéutico afrontar el reto de cómo la industria puede involucrarse, monitorizar y mejorar su relación con proveedores y fabricantes. Esto, según los expertos, no consiste solo en adoptar estas tecnologías, sino en reunir especialistas, tanto dentro como fuera de las organizaciones, para implementarlas y utilizarlas de manera eficiente.
De este modo, subrayan la importancia de crear un nuevo entorno híbrido entre procedimientos tradicionales y tecnologías de última generación, mientras se realiza una capacitación digital para mejorar las habilidades de los empleados de la industria. De esta forma se adaptarán al desafío tecnológico del sector.
Pese a las dificultades, son muchas las ventajas de invertir tiempo y fondos en incorporar nuevas tecnologías. Estas pueden ayudar a favorecer el suministro de medicamentos de varias formas. Desde mejorar la logística y los canales de distribución de los medicamentos, disminuyendo los tiempos de espera, hasta implementar aplicaciones móviles que faciliten el seguimiento y la adherencia al tratamiento.
Los márgenes de beneficios serán muy reducidos y el sector perderá competitividad
Como establece el informe de Panasonic Connect, “Supply Chain Shortages in Bio Pharma – The Role of Technology”, incorporar tecnologías fáciles de usar es clave. Estas deben ser accesibles para que todos los integrantes de la cadena de suministro puedan utilizarlas de forma sencilla. Sin embargo, si el sector biofarmacéutico solo se enfoca en lograr el máximo beneficio al menor costo, sin considerar las nuevas necesidades que generan los problemas de suministro, finalmente los márgenes de beneficios serán muy reducidos y el sector perderá competitividad.
Durante ese proceso, la tecnología puede ayudar a gestionar los niveles generales de stock e inventario, proporcionando la flexibilidad necesaria para evitar el desabastecimiento. Incorporar inteligencia artificial y aprendizaje automático puede ayudar a obtener una capacidad de ver y analizar lo que está ocurriendo en cada etapa de la cadena de suministro, desde la producción hasta la distribución. Estas tecnologías pueden mejorar la eficiencia, la calidad, la seguridad y la adaptabilidad de los procesos. Las soluciones que aportan el uso de tecnología innovadora, permite a las organizaciones agregar la máxima cantidad de información para gestionar todo aquello que, en primera instancia, un equipo reducido no puede ver ni planificar.
Realizar la planificación a través de nuevas tecnologías puede conllevar una gran cantidad de beneficios. En primer lugar, ayudar a mejorar la colaboración entre los distintos actores de la cadena de suministro, facilitando el intercambio de información y el seguimiento de los procesos. A esto se suma la capacidad que poseen para analizar los datos y las tendencias del mercado para anticiparse a las demandas.
Las tecnologías innovadoras pueden ayudar a optimizar los recursos y los costes, reduciendo el desperdicio y el inventario. De esta misma manera se convierten en una ayuda indispensable para mejorar la trazabilidad y la visibilidad de la cadena de suministro, garantizando el cumplimiento de las normativas y los estándares de seguridad.