En un movimiento pionero, Shanghai se convierte en la primera ciudad de China en implementar un plan para permitir la creación de hospitales de propiedad totalmente extranjera en zonas económicas estratégicas, áreas biofarmacéuticas y distritos céntricos con una alta concentración de expatriados según ha informado Reuters.
Este anuncio sigue a la decisión del gobierno central en septiembre de abrir este tipo de hospitales en nueve regiones, incluida Beijing. El objetivo es atraer inversiones extranjeras, fortalecer la confianza empresarial y estimular la segunda economía más grande del mundo en medio de un período de crecimiento lento.
Según un comunicado emitido por el gobierno municipal de Shanghai el miércoles, los hospitales podrán establecerse en zonas como el Área Especial de Lingang y el distrito comercial de Hongqiao. Estas áreas están estratégicamente ubicadas para promover la apertura del sector sanitario, diversificar los servicios médicos disponibles y crear un entorno más atractivo para los inversores extranjeros.
Los inversores extranjeros interesados deberán cumplir con estrictos estándares. Además de presentar conceptos y modelos avanzados de gestión hospitalaria, tendrán que integrar tecnologías y equipos médicos de vanguardia reconocidos a nivel internacional.
Los inversores extranjeros interesados deberán cumplir con estrictos estándares
No obstante, se les prohibirá operar en áreas como la medicina tradicional china y el tratamiento de enfermedades infecciosas, sectores que permanecen bajo estricta regulación del gobierno chino.
Por otro lado, un mínimo del 50% del personal sanitario profesional en estos hospitales deberá ser originario de China continental, según las directrices emitidas por la Comisión Nacional de Salud de China en noviembre.
Este plan busca no solo revitalizar la economía mediante una mayor inversión extranjera, sino también mejorar la calidad y diversidad de los servicios médicos disponibles en el país. La apertura del sector sanitario refleja la voluntad de China de reforzar su compromiso con las reformas económicas y atraer nuevas tecnologías que beneficien a la población local.
Este anuncio marca un paso importante en la integración de estándares globales dentro del sistema de salud chino, posicionando a Shanghai como un líder en innovación y apertura económica en la región.