La familia Sackler, propietaria de la compañía Purdue Pharma, ha llegado a un acuerdo con un grupo de fiscales generales para pagar hasta 6.000 millones de dólares en efectivo para resolver un litigio generalizado que alegaba que impulsaron la epidemia de opioides en Estados Unidos.
Tal y como ha informado la agencia de noticias Reuters, anteriormente, los fiscales generales de ocho estados y el distrito de Columbia habían bloqueado un acuerdo anterior que incluía un pago en efectivo de 4.300 millones de dólares.
Ahora, pese a que todo apunta a que Purdue Pharma contribuyó a la epidemia de opiáceos, los propietarios de la familia Sackler siguen insistiendo en que “actuaron legalmente”, pero “llegar a un acuerdo era, con mucho, la mejor manera de ayudar a resolver una crisis de salud pública grave y compleja".
Purdue Pharma dejará de existir y surgirá como una nueva empresa, Knoa Pharma, propiedad de National Opioid Abatement Trust, una entidad controlada por los acreedores de Purdue
La compañía ha subrayado que el nuevo acuerdo proporcionaría fondos adicionales para los programas de reducción de opioides, medicamentos de rescate de sobredosis y víctimas, al tiempo que pondría a la compañía en camino para resolver su caso de bancarrota en "un cronograma acelerado".
Cuando el plan de quiebra entre en vigor, Purdue Pharma dejará de existir y surgirá como una nueva empresa, Knoa Pharma, propiedad de National Opioid Abatement Trust, una entidad controlada por los acreedores de Purdue.
Purdue se declaró en bancarrota en 2019 ante miles de demandas que la acusaban a ella y a los miembros de la familia Sackler de impulsar la epidemia de opiáceos a través de la comercialización engañosa de su analgésico altamente adictivo, OxyContin.
La compañía se declaró culpable de cargos de fraude y falsificación de marca relacionados con la comercialización de OxyContin en 2007 y 2020, sin embargo, los miembros de la familia Sackler han negado en todo momento haber actuado mal.