El inicio del año para la multinacional estadounidense, Johnson & Johnson, ha estado marcado por la reducción del interés en los productos relacionados por la Covid-19 y sus evidentes recortes en esta parcela, una práctica que se ha convertido en muy habitual en el mes de enero en otras de las grandes farmacéuticas de la industria. Consecuencia directa de esto han sido los resultados cosechados en el último trimestre y en el cómputo global del año.
En términos generales, la compañía ha cerrado este último año con un beneficio de 17.941 millones de dólares (16.491.405.312 euros), lo que se traduce en un descenso del 14,1% en comparación a los datos del 2021. El cuarto trimestre siguió la misma tendencia, ya que sus ganancias se redujeron en un 25% y el beneficio se desplomó hasta los 3.520 millones de dólares (3.235.888.896 euros), desde los 4.736 millones de dólares (4.353.741.312 euros) con los que cerró este mismo mes del año pasado. En cuanto a los ingresos, las ventas, de la mano de las otras cifras, disminuyeron un 4,4% entre octubre y diciembre de 2022, hasta 23.706 millones de dólares (21.792.608.256 euros).
La compañía ha cerrado este último año con un beneficio de 17.941 millones de dólares, lo que se traduce en un descenso del 14,1% en comparación a los datos del 2021
Durante 2022 ya comenzaron con las primeras medidas para intentar hacer frente a un futuro no tan prometedor como el de los últimos años con la Covid, periodo en el que aún así no llegaron al nivel de otras empresas. Desde el debut de la vacuna a principios de 2021, se han administrado casi 19 millones de dosis en Estados Unidos. Una cifra muy por debajo de los 430 millones de dosis de vacunas de Pfizer y BioNTech, y alrededor de 267 millones de dosis de Moderna.
MEDIDAS EN SILENCIO
Ante este panorama se espera que la compañía estadounidense tome más cartas en el asunto y anuncie cambios. Sin embargo la realidad es otra, desde el medio digital Fierce Pharma señalan que diferentes ejecutivos de Janssen hablaron con empleados de la farmacéutica para informar que se encuentran en una revisión global de las operaciones de los grupos de vacunas y enfermedades infecciosas, que podría acarrear despidos masivos. La versión de la compañía se centra en la reestructuración y explica que las vacunas y enfermedades infecciosas se unirán en un solo grupo, medida que llega con el final de James Merson como jefe de la unidad de enfermedades infecciosas y la llegada de Penny Heaton, directora de la división de vacunas existente y encargada de supervisar la unidad fusionada.
En el momento que se supo de los posibles recortes que llegaría a hacer J&J se escudaron en su experiencia. "Como la compañía de atención médica más grande y diversificada del mundo, constantemente evaluamos formas de ser más innovadores y competitivos. Estamos evolucionando en medio de un entorno que cambia rápidamente para satisfacer mejor las necesidades de los pacientes que atendemos en todo el mundo".
A día de hoy no está claro cuántos puestos de trabajo o qué funciones están en peligro, y estas revisiones globales son un punto clave a la hora de tomar una decisión
La evolución hasta el momento se ha podido observar en las desinversiones en I+D que han afectado al personal en San Francisco y Bélgica, aunque Heaton no indicó el número de damnificados sí que pudo atribuir las razones de esta reestructuración a las presiones macroeconómicas. A pesar de ser uno de los apartados más importantes de la compañía que representó más del 15% de las ventas en 2022 ha sido uno de los elegidos para intentar revertir la situación actual que atraviesan.
Si bien J&J se ha mantenido en silencio en gran medida sobre sus planes de reducción, en octubre surgieron rumores de cambios en marcha cuando y el director financiero Joe Wolk ofreció una advertencia muy sutil de que la compañía estaba tratando de "dimensionar su infraestructura". A día de hoy no está claro cuántos puestos de trabajo o qué funciones están en peligro, y estas revisiones globales son un punto clave a la hora de tomar una decisión.